Muchas despedidas son tristes y dolorosas pero, en ocasiones, un adiós a tiempo puede resultar muy beneficioso y sino que se lo digan a Codere. Ayer, el anuncio de la dimisión de Héctor Omar Luna, vicepresidente de Codere Argentina y sus sociedades participadas -según fuentes de la compañía la renuncia ha coincidido esta semana pero que no tiene nada que ver con las soluciones que estén planteando a la refinanciación-, motivó que los títulos de Codere se disparasen en bolsa un 15,49%, hasta los 1,64 euros.
De este modo, y tras el avance del 9,23% que experimentó el martes, consigue contrarrestar la sangría del 22,16% que sufrió el lunes como consecuencia de la bajada de rating por parte de Moody?s. La agencia de calificación crediticia decidió recortar la nota de la compañía desde Caa2 a Caa3 ante el riesgo ?muy alto? de impago. Esta decisión provocó que los títulos de la empresa se hundieran hasta los 1,30 euros, su mínimo histórico.
No obstante, el calvario de la empresa controlada por la familia Martínez Sampedro comenzó antes. Y es que la semana pasada, en la presentación de resultados del martes, la empresa anunció que ha recurrido a asesores independientes ?Perrella Weinberg & Partners? para evaluar las posibles estrategias a seguir en los próximos ejercicios.
Sin embargo, la ausencia de noticias sobre qué medidas iba a acometer para afrontar los pagos por valor de 117,5 millones de euros en 2013, los 12,7 millones que tendrá que abordar en 2014 y los 831,1 millones a los que tendrá que hacer frente en 2015, inició la caída en picado de sus títulos en el parqué, que en apenas cinco sesiones retrocedieron un 36,6%.
En este sentido, gracias al alza que vivieron las acciones de la compañía en la sesión de ayer, la bajada desde que comunicó que acudirá a asesores independientes se redujo a un 20%.
Codere se la juega a rojo o negro... o vende activos o amplía el capital
