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El G-20 se reúne por la deuda y los grandes estímulos monetarios

(Reuters) - Los ministros de Finanzas del Grupo de las 20 grandes economías se reunieron el viernes para debatir objetivos específicos de cara a contener los niveles de deuda y los peligros potenciales de las últimas rondas de estímulo monetario de los mayores bancos centrales del mundo.

También tenían previsto pedir mayor rapidez para la fijación de directrices sobre referencias financieras como el tipo de interés Libor, tras el escándalo global por la manipulación de esos tipos.

Sin embargo, el principal asunto parecía ser la revisión de las medidas de austeridad de los países más grades. Las economías avanzadas, en especial en Europa, han llevado adelante fuertes recortes de gastos para limitar su endeudamiento, pero esos esfuerzos han golpeado a sus economías, que ya sufrían por una fuga de capitales y subinversión del sector privado.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, dijo a Reuters en una entrevista que hacía falta un periodo de gasto y endeudamiento reducidos para calmar los mercados, alarmados por los descontrolados niveles de deuda de varios países, en especial de la periferia de la zona euro. Pero ese momento ya ha pasado, agregó.

"Se tomaron medidas decisivas. Ahora, tras haber restaurado la credibilidad a corto plazo, eso nos da la posibilidad de tener un camino más suave de ajuste fiscal a medio plazo", agregó.

Entre otros temas, los ministros de Finanzas del G-20 discutían si deberían o no establecerse metas numéricas para la reducción de deuda.

Estados Unidos y Japón se han opuesto a comprometerse a un objetivo de deuda pública como porcentaje del PIB, pero Rusia -que este año preside el G-20- tiene esperanzas de asegurar un acuerdo sobre las metas cuando el grupo se reúna en San Petersburgo en septiembre.

Al llegar para el segundo y último día de negociaciones, el ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, dijo el viernes a periodistas que las discusiones giraban en torno a "una meta general" para la reducción de déficit, en lugar de una meta específica.

"Los compañeros dijeron que si adoptamos metas estrictas para la consolidación fiscal, ello reduce el espacio de maniobra de la política monetaria", dijo.

"Creo que encontraremos un compromiso sobre la formulación, de que debería ser una meta general que todos buscaremos, y no un parámetro estricto (...) todos los países las tendrán diferentes".

AUSTERIDAD

El debilitamiento de las economías que aplicaron las medidas de austeridad más severas ha minado el argumento de que esa es una buena salida de la crisis. Países como Reino Unido, que sufre su tercera recesión en cinco años, o España, con una tasa de paro del 25 por ciento, están pasando por momentos muy difíciles.

Pese a ello, el ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty, instó al G-20 a fijar objetivos severos a la deuda y el déficit, aunque agregó que las economías en problemas deberían avanzar más lentamente hacia un presupuesto equilibrado que otras.

El nivel sin precedentes de estímulos monetarios diseñados para impulsar el crecimiento de las mayores economías, como Estados Unidos, la zona euro y Japón, ha generado preocupaciones sobre una excesiva fuga de capitales hacia las naciones en desarrollo.

En un comunicado emitido el jueves, el Grupos de 24 naciones en desarrollo, que incluye a Brasil, India, Sudáfrica y México, llamó a los países desarrollados a "tener en cuenta los efectivos negativos (...) de las políticas monetarias no convencionales prolongadas en el tiempo, incluyendo a la inflación y la volatilidad de los flujos de capital y de los precios de las materias primas".

El Banco de Japón busca poner fin a décadas de estancamiento con una inyección de 1,4 billones de dólares a su economía, parte de cuyos recursos se espera que vayan a mercados emergentes.

"Hay una llamada de los miembros del G-24 para tener una coordinación clara y una mejor comunicación con los mercados emergentes (...) para mitigar estas posibles burbujas en la apreciación de los activos. El consenso señala que se trata de algo que tiene que ser seguido de cerca", dijo el secretario de Finanzas de México, Luis Videgaray.

Videgaray tiene motivos para preocuparse. En los días posteriores al anuncio del Banco de Japón, por ejemplo, el peso mexicano subió un 2,5 por ciento frente al dólar a su mayor nivel en 20 meses. Contra el yen, el peso se apreció un 9 por ciento.

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, en respuesta a la agresiva política monetaria de su país que no veía burbujas en los precios de los activos "en ebullición en las naciones emergentes".

Los ministros del Finanzas del G-20 publicarán su comunicado el viernes, en el que prevén encomendar al Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) - una agrupación de reguladores financieros de todo el mundo - la supervisión de la reforma a los instrumentos referenciales como la tasa Libor, de acuerdo con dos fuentes familiarizadas con el tema.

/Por David Gaffen y Jan Strupczewski/

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