
Hostalets de Llers (Girona), 17 abr (EFE).- La campaña informativa del desvío obligatorio de camiones de la carretera N-II a la autopista AP-7 a su paso por Girona, que consiste en el reparto de 50.000 folletos explicativos, ha arrancado hoy, según informa la Generalitat.
La nueva medida, que se aplicará a partir de la medianoche del próximo viernes día 19, pretende reducir la siniestralidad en la N-II hasta que se complete el desdoblamiento de esta vía.
No obstante, la prohibición de circular por la N-II ha generado las quejas de diversas asociaciones de transportistas, entre ellas la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer).
También hoy, la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores de Cataluña ha asegurado en un comunicado que los transportistas "no pueden aguantar más presión".
Para compensar a los camioneros, la Generalitat, el Ministerio de Fomento y la concesionaria Acesa han pactado bonificaciones que supondrán un ahorro de entre el 35 y el 50 por ciento del peaje de la autopista en función del recorrido.
Además, el desvío contempla excepciones en caso de carga o descarga en zonas restringidas, necesidad de repostar o de avituallamiento, con la obligación de reducir el trayecto fuera de la AP-7 al mínimo imprescindible.
Según la Generalitat, los empresarios del sector del transporte por carretera saldrán beneficiados económicamente con esta medida gracias a las bonificaciones aplicadas, que les supondrán un ahorro de 1,85 euros por cada viaje realizado entre Maçanet y la Jonquera (en gasolina y en horas pagadas a los camioneros).
El tramo restringido de la N-II es de 81 kilómetros, entre Maçanet y la Jonquera, tal y como informan los folletos que se reparten desde hoy en áreas de servicio y descanso de esta carretera, impresos en seis idiomas: castellano, catalán, francés, inglés, alemán y ruso.
El tramo de esta vía que atraviesa el municipio de Bàscara, donde los vecinos se manifiestan desde hace semanas en protesta por la alta siniestralidad registrada, es el único donde queda prohibida, sin excepciones de carga o necesidad de repostar, la circulación de camiones pesados.
Los ocho kilómetros de la N-II actualmente desdoblados, que transcurren entre Fornells y Riudellots de la Selva, quedan exentos de estas medidas, al igual que los vehículos con autorización especial para transitar.
Las multas por incumplir este desvío obligatorio de camiones serán de quinientos euros y será el Servei Català de Trànsit el que se encargue de organizar el dispositivo de control.
El gobierno catalán calcula que unos 3.562 vehículos estarán afectados por esta obligación de desvío, aunque advierte que unos 700 únicamente realizan trayectos locales.