Bolsa, mercados y cotizaciones

Tres razones para ponerse 'corto' en oro

El cierre de posiciones de 'trading', la presión de los bancos centrales para incentivar la inversión en activos de riesgo y la incertidumbre regulatoria en Europa son factores que explican el castigo del oro, que ya acumula caídas del 17 por ciento en el año. Los expertos opinan que el metal ya no es un activo refugio y que ha iniciado una tendencia lateral bajista que durará años.

Se lleva viendo desde octubre del año pasado: el oro está perdiendo fuerzas. Ni la incertidumbre sembrada por los peligros de un fiscal cliff, ni la ingobernabilidad de Italia o el rescate de Chipre han contribuido a poner al metal amarillo en positivo en el año, tiempo en el que cede un 17%. El último en avisar del cambio de tendencia ha sido Goldman Sachs, que esta semana revisó a la baja sus expectativas sobre el activo, calculando que cerrará 2013 con un retroceso del 13,5%, hasta los 1.450 dólares la onza, y que perderá otro 12% en 2014, hasta los 1.270 dólares.

"El primero en vender fue George Soros, algunos se empeñaron en mantenerlo y los hay que han perdido dinero en deuda y están vendiendo posiciones en oro, que todavía les da rentabilidad" advierte desde XTB el analista Miguel Ángel Rodríguez, que señala que entre las posiciones vendedoras pueden encontrarse fondos que estén al borde de la quiebra y afirma que la onza puede caer hasta los 1.300 dólares. "Si hay subidas laterales y caídas verticales [en la cotización del oro], reflejarían un proceso de capitulación", concluye.

En un tono menos alarmista Juan Ramón Caridad, director del Máster de Finanzas FIA, explica que uno de los argumentos para ponerse bajista en oro (apostar a que cae) viene del lado del trading en tendencia. "Todos los traders en materias primas no perecederas suelen seguir las tendencias, cuando el oro cae suelen vender y tomar beneficios, por lo que puede ser muy peligroso tomar posiciones cuando la tendencia es negativa". Miguel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, señala que el oro "tiene un soporte muy claro en 1.550 dólares -que perdió en la jornada del jueves- y cada vez que llega a él, rebota" por lo que "para ponerse corto, mejor que lo pierda".

Otro aviso viene de uno de los principales jugadores del mercado por la parte de fondos cotizados, ETF Securities, que en su informe trimestral reconoce que en este tiempo se ha producido una gran rotación de activos desde ETP (fondos con respaldo físico) de oro -de los que han salido 9.200 millones de dólares este año- a ETP de materias primas más cíclicas como por ejemplo la plata, el cobre, el paladio, el platino y las cestas diversificadas. Caridad da un segundo argumento en este punto, la incertidumbre regulatoria en Europa: "Hay dudas sobre la viabilidad del uso del total return swap para invertir en oro". En román paladino: las autoridades europeas están estudiando la posibilidad de prohibir los ETF con respaldo físico que invierten en materias primas individualizadas y obligar a invertir a través de índices. Esto supone que muchos inversores podrían estar deshaciendo sus posiciones en este tipo de fondos cotizados para curarse en salud, hasta que se instaure (o no) la nueva norma en el sector.

Finalmente, el tercer argumento viene del entorno macro. Por un lado, los bancos centrales con su batería de medidas de estímulo están incitando al inversor a asumir más riesgo, hecho que daña a la condición de refugio del metal. "Cuando el S&P 500 entra en una tendencia alcista, el oro entra en una tendencia lateral-bajista" explica Paz, que recuerda que entre 1980 y 2000 "fue la última tendencia alcista para la bolsa y fue dañina para el oro". El director del Máster de FIA aporta una explicación adicional: "Hasta ahora el oro había actuado como un refugio contra la pérdida de representatividad de las monedas de referencia", pero si EEUU vuelve a crecer y reduce los estímulos monetarios y fiscales, va a desviar la inversión a otros activos con mejor ecuación de rentabilidad- riesgo, como la renta variable.

Hay varios productos con los que podemos invertir en corto en el oro, entre ellos, destacamos los fondos cotizados o ETF y los contratos por diferencias o CFDs. Los primeros son paquetes de gestión pasiva que replican el comportamiento de un índice. En esta línea, podemos decantarnos por dos tipos de productos: los ETF físicos o los sintéticos.

Cómo invertir a la baja

Básicamente, los primeros compran los lingotes físicos y ofrecen la rentabilidad al precio que esté cotizando, y los segundos dan la rentabilidad del oro invirtiendo en otros activos. En principio, al inversor le daría igual cuál de los dos utilizar siempre y cuando obtenga la rentabilidad del metal amarillo.

Los ETF disponibles para invertir en este metal son el db Monthly Short Gold ETC, el db Monthly Short Gold Euro Hedged ETC, el ETFS Short Gold y el PowerShares DB Gold Shor ETN. Todos ofrecen unas rentabilidades en el año que van del 5,47 al 7,60%. Además, la rentabilidad a 12 meses de estos productos va desde el 0,46 hasta el 3,30%.

En lo que respecta a los CFDs, hay distintos tipos de contratos. En concreto, el más pequeño que ofrecen CMC Markets e IG requiere una inversión mínima de en torno a 11.800 euros. De hecho, en ambas se corresponde con el valor de cotización del oro, teniendo en cuenta que el inversor gana diez dólares por cada dólar que mueva el oro a su favor (en este caso a la baja, ya que se trata de operaciones en corto). Pero hay que depositar una garantía de unos 156 euros y la comisión o spread es de 0,5 y 06 dólares. En el caso de Interdin, la inversión sólo es de 1.565 dólares, la garantía de 15,6 dólares y el spread de 0,5.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky