El riesgo de un descenso de la demanda de las materias primas como consecuencia del crecimiento por debajo de lo esperado de China quedó patente en los metales preciosos. El precio de la onza de oro perdió los 1.400 dólares al desplomarse un 10% tras conocerse los datos macroeconómicos del gigante asiático y ante la posibilidad de que Chipre venda parte de sus reservas para financiar parte del rescate europeo.
La caída, que llegó incluso a alcanzar el 10,8% en la sesión, supone el mayor descenso del metal desde 1980 según recogió Europa Press y una continuidad a la presión bajista del viernes, cuando cedió un 4%.
Con esta corrección, el precio de la onza de oro se sitúa en 1.345 dólares tras ceder un 20% en 2013. Es decir, mínimos desde febrero de 2011. Estos descensos no pillan por sorpresa a los grandes bancos de inversión, que ya advertían de una corrección que en el caso de Goldman Sachs consideran que puede situar al metal precioso en los 1.270 dólares al cierre de 2014.
"Lo más probable es que las caídas tengan continuidad a corto y no veamos un rebote hasta que, cuanto menos, se alcance la parte baja del canal en el oro, que actualmente aparece por los 1.400 dólares. El problema es que, viendo la evolución de la plata, mucho nos tememos que un eventual rebote en el oro puede ser vulnerable y tratarse de un simple pull back, tras el cual no nos sorprendería que fuera a buscar entornos de 1.300 dólares", explica Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros para Ecotrader. Y es que el riesgo de una ralentización de la economía mundial también dejó huella en la plata, que marcó su nivel más bajo desde octubre de 2010 al desplomarse un 13%, hasta los 22,83 dólares.
Ojo a los 100 dólares del Brent
Los decepcionantes datos de China pusieron también entre las cuerdas los 100 dólares del barril del petróleo Brent -de referencia en Europa-. El precio se quedó en los 100,30 dólares, tras caer cerca de un 3%, mientras que el West Texas perdió los 90 dólares.