MADRID (Reuters) - El principal índice de la bolsa española cerró el viernes con su segundo mínimo anual consecutivo arrastrado por el pesimismo que se ha instalado entre los inversores sobre la débil evolución de la economía global, particularmente la de la eurozona.
A esta percepción de sumó este viernes el dato de empleo no agrícola en EEUU, que mostró que los empleadores de aquel país registraron el ritmo de contrataciones más lento en nueve meses en marzo, una señal de que la iniciativa de austeridad de Washington podría estar restando energía a la economía.
Los empleadores incorporaron solo 88.000 puestos el mes pasado y la tasa de desempleo apenas bajó una décima de punto porcentual, al 7,6 por ciento, en gran medida por la gente que directamente abandonó la búsqueda de empleo, mostraron el viernes los datos del Departamento de Trabajo.
Los analistas encuestados por Reuters esperaban un aumento de 200.000 puestos de trabajo.
Además, analistas dijeron que entre los inversores existe la impresión de que la economía del área euro necesita de estímulos urgentes, además de los procedentes eventualmente de la política monetaria del BCE, que espoleen el tono de su actividad, pero que ello será difícil hasta que en septiembre culmine el periodo electoral en Alemania.
"Yo creo que una eventual reducción de los tipos de interés en Europa solo tendría un efecto pasajero y el mercado lo que quiere ver son medidas económicas de reactivación antes de que la debilidad económica impida, incluso, logros en materia de déficit en los países con mayores dificultades", dijo un analista de una sociedad de bolsa.
Las dificultades de Italia para formar un Gobierno estable, también supone una preocupación inmediata para los mercados.
Sobre esta materia, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, alentado por las nuevas encuestas de opinión que sitúan a su coalición de centroderecha en cabeza, dijo el viernes que Italia debía regresar a las urnas rápidamente a menos que el centroizquierda acceda a gobernar con él.
Pese a este escenario, la prima de riesgo española bajó desde los niveles de la víspera alentada por el favorable ritmo de financiación del Tesoro del país que el jueves volvió a recibir una amplía demanda por su papel en tres emisiones de deuda.
A las 1745 horas, el diferencial de la deuda española a 10 años frente a su equivalente alemán se situaba en los 356 puntos básicos (pb) desde los 364 pb de las últimas transacciones del jueves.
Los grandes valores del Ibex mostraron caídas sin excepción. En los dos grandes bancos, Santander perdió un 0,23 por ciento y BBVA un 0,72 por ciento el mismo día en que Moody's Investors Service dijera en un informe que mantenía la perspectiva negativa para la banca española, ante la expectativa de que siga funcionando en una economía en recesión, con una carga de activos no rentables que se prevé que deterioren todavía más.
Entre los bancos de mediana capitalización también dominaron los descensos, con recortes del 2,1 por ciento para Bankinter y del 0,07 por ciento para Sabadell.
Telefónica se sumó, aunque más moderadamente, a los recortes del sector bancario y perdió un 0,1 por ciento. Su participada Telecom Italia reconoció el viernes negociaciones de fusión con 3 Italia, del grupo asiático Hutchinson Whampoa.
El valor de mejor comportamiento fue Iberdrola, que subió un 2,03 por ciento tras haber sido muy castigado en los últimos días.
Entre otros valores de alta ponderación, Repsol subió un 0,69 por ciento, mientras las acciones del grupo textil Inditex bajaron un 1,61 por ciento.
Pero la caída más abultada de entre los valores que cotizan en el Ibex fue para International Airlines Group, con una caída superior al 7,0 por ciento, que operadores atribuyeron a los recientes brotes de gripe aviar aparecidos en China, un factor de entre los tradicionalmente sensibles para este tipo de valores.
Entre las noticias más destacadas, en la madrugada del viernes se conoció que el dividido consejo de administración de Pescanova decidió solicitar el concurso voluntario de acreedores tras considerar imposible alcanzar a corto plazo un acuerdo con los acreedores.
Según una fuente conocedora del tema, Pescanova ultima una demanda contra BDO Auditores, firma que en los últimos diez años ha auditado las cuentas del grupo.
En este escenario, el Ibex-35 cerró con una baja del 0,63 por ciento a hasta los 7.798,4 puntos y cerró la semana (frente al cierre del jueves 28 de marzo), con una pérdida del 1,53 por ciento. Por su parte, el índice paneuropeo FTSEurofirst 300 cayó un 1,52 por ciento.
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