No hay nada como unas buenas vacaciones para volver renovado al trabajo y parece que al Ibex 35 le han sentado de maravilla (la bolsa española permaneció cerrada desde el jueves hasta el lunes por el parón de Semana Santa). El mercado obvió la inestabilidad política de Italia, incapaz de conformar un Gobierno, y la posibilidad de que Eslovenia pueda ser el próximo país rescatado ante los problemas de su sistema financiero.
De este modo, los alcistas, animados por el buen arranque de Wall Street y el acuerdo entre Chipre y la Troika -concluyeron las conversaciones sobre los términos de rescate de 10.000 millones de euros y la isla recibirá el primer tramo de ayuda en mayo-, volvieron a retomar el rumbo del mercado y el principal selectivo español consiguió recuperar el nivel de los 8.000 puntos al escalar un 1,65 por ciento, hasta los 8.050,40 puntos. "El rebote se forma tras haber alcanzado el selectivo la zona clave de soporte de los 7.800 puntos, que es la base de lo que podría ser todavía un patrón de continuidad alcista", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.
A la cabeza de la subida se situaron Dia, Banco Santander y Mediaset, que repuntaron un 5,10, un 2,79 y un 2,54 por ciento, respectivamente. No obstante, las compañías que firmaron una gran jornada fueron Amadeus y Grifols, que lograron un nuevo máximo anual, en los 21,36 y 29,30 euros, en cada caso.
Al otro lado de la balanza, ArcelorMittal -que volvió a cerrar en mínimos históricos- y Red Eléctrica fueron las compañías más penalizadas de la sesión con retrocesos del 4,42 y 3,82 por ciento, respectivamente. Además, los bancos Popular y Sabadell se unieron a la empresa siderúrgica y se despidieron de la jornada en mínimos -ver gráfico-.
El 'verde' tiñe Europa
En el resto de plazas del Viejo Continente también se dejó sentir el ánimo de los inversores. "A pesar de las incertidumbres aparentes, la renta variable europea consiguió quitarse de encima la atonía de la apertura, finalizando la sesión con ganancias generosas", afirma Julián Lirola, analista de Self Bank.
Así, el EuroStoxx 50 fue el índice más alcista de Europa al subir un 2,13 por ciento, mientras que el Cac 40 francés y el alemán Dax avanzaron un 1,98 y un 1,91 por ciento, en cada caso. Por su parte, el Ftse Mib italiano y el Ftse 100 sumaron alzas del 1,41 y 1,23 por ciento, respectivamente. El selectivo británico vio frenado su ascenso al conocerse que la actividad en el sector manufacturero de Reino Unido apenas había variado en el mes de marzo.
Asimismo, al otro lado del Atlántico, las cifras positivas teñían, a media sesión, a los principales selectivos que se apuntaban alzas moderadas pero suficientes para que tanto el Dow Jones como el S&P 500 registrasen nuevos máximos históricos.
Y es que las subidas del sector sanitario tras conocerse que no se materializarán los recortes de los pagos del Gobierno de Estados Unidos al sistema de seguros médicos Medicare Advantage, impulsó las cifras positivas en Wall Street.
Además, el buen tono de los principales selectivos también estuvo marcado por el dato de pedidos de fábrica del mes de febrero, ya que subieron un 3 por ciento, frente al avance del 2,9 por ciento que esperaba el consenso de mercado -en enero esta referencia se contrajo un 1 por ciento-.
El mercado de deuda se relaja
La calma también se dejó sentir en el mercado de deuda, que esta semana tendrá una cita importante, ya que el Tesoro Público vuelve el jueves a los mercados en busca de financiación, con una colocación de bonos con vencimiento en julio de 2016 y 2018 junto a obligaciones con término en abril de 2021; con las que pretende captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros. Se trata de la primera emisión desde el rescate a Chipre.
A la espera, la prima de riesgo española -que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono español a una década a la del bund alemán- se relajó ayer 13 puntos básicos, hasta los 363 puntos con la rentabilidad del bono español a 10 años por debajo del 5 por ciento, ya que cerró en el 4,942 por ciento. Por otro lado, en el diferencial italiano la caída fue de 16 puntos básicos, hasta los 331 puntos.
En el caso de los seguros de crédito -más conocidos como CDS- no hubo grandes cambios. De este modo, el coste de asegurarse frente al impago de Italia continuó siendo más alto que en el caso de España, ya que el CDS transalpino se situó en los 300 puntos básicos, mientras que el español cotizaba en los 296 puntos.