Bolsa, mercados y cotizaciones

Valores en Wall Street que todavía deben subir para tocar su techo

Entre las empresas americanas que ostentan un claro consejo de compra, hay muchas que todavía no están en máximos históricos y pueden dar grandes alegrías si el 'rally' continúa.

Son cincuenta las estrellas que componen la bandera norteamericana. Una por cada estado de los Estados Unidos. Pero, a la que ondea en la puerta de Wall Street le faltan unos cuantos astros más hasta completar 193, el número de estrellas del parqué estadounidense -del índice S&p 500 en concreto- que actualmente cuentan con una recomendación de compra por parte del consenso de mercado.

Wall Street hizo historia esta semana, pasando por encima incluso de la preocupación del secuestro presupuestario. El Dow Jones conquistó un máximo histórico con el que superó el socavón que provocó la crisis y que había llevado al principal índice norteamericano hasta los 6.547 puntos en el año 2009. Ahora, muy por encima de los 14.000 puntos, hay quien se acuerda de burbujas anteriores y teme que el dinero barato que arrojó el helicóptero de Ben Bernanke pueda estar gestando una subida artificial. Cosas del vértigo.

Pero sobre el parqué de la New York Stock Exchange la euforia, por ahora, es absoluta. "Mientras la Reserva Federal mantenga el dinero barato, no hay mejor sitio donde invertir que la renta variable", asegura Michael Guli, director de inversiones de Knight Capital. Cierto es que, mientras el Dow Jones encadenaba 72 horas batiendo máximos históricos y el Standard & Poor's se sitúa a unos 15 puntos de hacer lo propio, la bolsa estadounidense se ha convertido en el mayor bastión para los inversores de todo el mundo.

Como bien reconocía Bill Gross, el co-fundador de Pimco -la mayor gestora de bonos privada del mundo-, el continuo bombeo de Ben Bernanke y sus chicos, que actualmente alimenta mensualmente a la economía con 85.000 millones de dólares, se ha convertido en una "carretera de la muerte" para la renta fija. Pero, a pesar de que el Dow Jones esté en el punto más alto nunca visto en 117 años de historia del índice, la bolsa americana está más barata que en los máximos de 2007 y que en los alcanzados durante la burbuja tecnológica.

Eso es lo que muestra el PER, es decir, el número de veces que el beneficio se contiene en el precio de la acción, o lo que tardaría un inversor en recuperar su inversión sólo por la vía de los beneficios. El que presenta el Dow Jones se sitúa en estos momentos en 12,3 veces, cuando la media de los últimos 10 años es bastante superior: ha cotizado en 13,16 veces. En el caso del S&P 500 (su precio en relación con los beneficios que se prevé que generen las compañías que lo forman se sitúa en estos momentos en 13,7 veces), no está más caro en relación con lo que se ha pagado por él en los últimos diez años. Y, si los pronósticos de los analistas son acertados, este año el S&P 500 se convertirá en el índice del billón de dólares. Son los beneficios que se espera que presenten en conjunto las compañías que lo componen.

Guli estima que pese a la volatilidad de los datos macroeconómicos y el contexto geopolítico, "mientras no haya otra inversión con mejor rentabilidad, la renta variable seguirá subiendo". De hecho, estima que todavía hay muchos inversores en las trincheras preparados para saborear el rally, algo que podría impulsar aún más el optimismo y los indicadores.

No sólo la bolsa norteamericana está más barata -o no tan cara como podría pensarse de unos máximos históricos-, sino que la rentabilidad por dividendo que ofrecen las compañías de las barras y las estrellas, también es superior a la que presentaban en los anteriores máximos, incluso a pesar de la altura que han alcanzado los precios. El rendimiento de la retribución de las compañías del S&P 500 ronda el 2,3%, frente al 2,2% que presentaban en los máximos de 2007 y del 1,21% de los años en que las puntocom dominaban el mercado.

Desconfiados de la subida

Aunque no todas las voces son igual de optimistas con el nuevo hito alcanzado por Wall Street. Desde J. P. Morgan Chase, Thomas J. Lee sitúa al S&P 500 en la barrera de los 1.580 puntos antes de finales de año. Dicho esto, reconoce que este rally "ha madurado", por lo que la recompensa sobre riesgo es menos favorable, y considera que el "dinero fresco" encontrará mejores puntos de entrada en la primera mitad del año. "El sentimiento e incluso las sorpresas económicas tienden a oscilar y preferimos esperar a que las señales de entrada mejoren, es por ello que vemos que la primera mitad de 2013 puede ser complicada en comparación con los últimos seis meses del año", explica.

Dado el desbordado entusiasmo que se vive sobre el parqué neoyorquino, muchos no dudan en recordar lo ocurrido tras los máximos marcados el 9 octubre de 2007, justo antes de que el sistema financiero se tambaleara y dejase a la economía hecha pedazos y sufriendo la peor recesión desde la década de los 30.

"Estamos fastidiados a largo plazo", reconció Keith Springer, presidente de Springer Financial Advisory en Sacramento, California, a la CNBC. "Sin embargo, lo curioso es que estamos repitiendo la misma tendencia de los últimos 20 años", añadió mientras explicaba la tóxica espiral: "Tenemos una crisis, construimos una burbuja para recuperarnos en un plazo de unos cinco años, el mercado toca un nuevo máximo de forma momentánea y luego vuelve a estrellarse".

Valores contra el vértigo

Mientras que hay numerosas recomendaciones de compra dentro del pelotón de los máximos históricos, -como las acciones de Google (GOOG.NQ), que los expertos recomiendan comprar incluso en el punto más alto nunca visto, por encima de los 800 dólares-, hay otros valores con recomendación positiva que todavía están rezagados y pueden tener más que ganar hasta alcanzar los suyos. Quizás la primera de la lista genere algunas dudas, pero el desplome que ha sufrido Apple (AAPL.NQ) desde que marcó un máximo histórico por encima de 700 dólares en septiembre del año pasado, ha hecho que los expertos reafirmen su recomendación de compra. Está a un 38% de ese récord que alcanzaron sus acciones, y eso, unido a las fuertes expectativas de beneficio (se prevé que gane este año 41.000 millones de dólares, más de lo que se estima que ganarán todas las empresas que componen el Ibex 35), la han devuelto a los valores favoritos de los analistas. El multimillonario inversor Warren Buffett, decía esta misma semana que comprar ahora acciones de Apple era como "comprar un billete de 1 dólar a 80 centavos". Y algo de razón tiene atendiendo a lo que se paga hoy en día por los títulos de la tecnológica respecto a lo que el mercado ha estado dispuesto a pagar años atrás. La manzana más famosa de Wall Street cotiza ahora a un PER de 9,2 veces, frente a las 27,5 veces que ha pagado un inversor, de media, en los últimos 10 años.

Otro de los bastiones de la bolsa americana, General Electric (GE.NY), se encuentra a un 43% todavía de los máximos de 2007, pero no por ello ha perdido la confianza de los analistas. Desde que batió previsiones con los resultados de 2012 que anunció en enero, no ha dejado de encadenar subidas, alimentadas además, por la reciente desinversión que hizo en NBC Universal, que Comcast le compró por unos 16.700 millones de dólares. Además, en un intento por hacerse más competitiva ante el que parece que será el gran cambio energético de este siglo (la extracción de gas no convencional), General Electric está desarrollando, junto con Caterpillar, modelos de trenes que funcionen con gas.

El mundo de la salud y las aseguradoras también es uno de los que acapara recomendaciones de compra y todavía está lejos de máximos históricos. En este grupo se incluye Express Scripts (ESRX.NQ), que gestiona prestaciones farmacéuticas y atención médica, y que todavía está a un 10% de sus máximos históricos -que alcanzó el año pasado-, pero hay otras dos recomendaciones de compra mucho más low cost: las aseguradoras MetLife y Prudential Financial. Las dos luchan por remontar los máximos de 2007 que el Dow Jones sí batió, y lo hacen a un PER que ronda las 7,5 veces, mientras que por las compañías del S&P 500 se pagan en bolsa, de media, 13,7 veces sus beneficios.

No es que el petróleo esté últimamente de moda (desde el 30 de enero ha caído un 7 por ciento), y quizás por ello, dos compañías relacionadas estrechamente con él, se encuentran a un 30 por ciento de sus máximos, mientras el resto de Wall Street se suma a la fiesta. Sus nombres son Halliburton (HAL.NY) que, entre otras cosas, se dedica a la ingeniería para el sector energético; y Schlumberger (SLB.NY), que ofrece servicios tecnológicos y de administración de proyectos para el mundo del oro negro. Ambas empresas ofrecen una rentabilidad por dividendo de más del 1,5%. Las dos realizan cuatro pagos anuales y los próximos son: el que previsiblemente hará Halliburton en junio, de 0,125 dólares, y el de Schlumberger en julio, de 0,312 dólares por título.

Pero si algo no pasa de moda, sino que toma más actualidad con el paso del tiempo es el rating. De ahí, que se cuele entre las recomendaciones de compra que tienen recorrido hasta máximos la compañía McGraw-Hill (MHP.NY), matriz de la agencia de calificación de riesgos S&P, que recientemente ha sufrido en bolsa tras la demanda interpuesta por el Gobierno de Estados Unidos. La madre de la agencia de rating, está a un 30 por ciento de los 68,68 dólares que llegó a tocar en 2007, y cazarla ahora, supone hacerlo un 6,8 por ciento más barata que entonces.

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