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Garantizado: un mal fondo fácil de vender

Son los elegidos por la banca para sustituir a los extinguidos depósitos rentables, sobre todo los que invierten en renta fija. Pero ojo, porque sus características nada tienen que ver con las de una imposición a plazo fijo. Si busca seguridad es una opción, pero sepa que casi siempre obtendrá más rentabilidad si se olvida de un producto en el que no hay ninguna gestión una vez diseñado.

Extremar la cautela nunca está de más, sobre todo ahora que las gestoras de las entidades financieras se han decantado por los fondos garantizados como alternativa de inversión a los extinguidos depósitos -que han dejado de ser una opción rentable tras la recomendación del Banco de España de limitar sus intereses a un año en el 1,75%-. Bankinter (BKT.MC), BBVA (BBVA.MC) o Caja3 son algunas de las últimas en lanzar los suyos, pero ojo, porque se trata de un producto con características distintas a las de un depósito.

"Es un mal producto fácil de vender", sentencia el responsable de una gestora extranjera en España. Opiniones muy categóricas aparte, lo cierto es que para invertir en un garantizado lo primero que ha de entender son sus estructuras, que pueden construirse de renta variable o fija -aunque la mayoría de los lanzados en los últimos días son de renta fija-. La razón de que así sea, es que se presupone que el ahorrador que ahora afronta el vencimiento de un depósito y que está en busca de una alternativa, querrá conocer de antemano la rentabilidad final del producto, igual que sucede con el plazo fijo y, por supuesto, sin asumir riesgos adicionales.

Comisiones y más comisiones

Con el garantizado no los hay, ya que las estructuras actuales aseguran recuperar el cien por cien del capital inicial, siempre que se contraten en el periodo de comercialización y el cliente lo mantenga hasta el vencimiento. A partir de ahí, podrá recibir una rentabilidad adicional, que variará en función de los activos en los que decida invertir el fondo que seleccione. Pero tenga en cuenta que, por norma general, logrará un rendimiento inferior con el garantizado que si invirtiese directamente en los activos de los que está compuesto. La razón es que "tienden a estándares de rentabilidad cero con estructuras construidas en función de derivados que utilizan los cupones de los bonos o los dividendos de las acciones", según señalan fuentes de mercado. Como su nombre indica, los fondos de renta fija invierten en deuda privada, pero también pública. Y "la gente no se da cuenta de lo que puede ocurrir si le bajan el rating a la deuda española, hasta el bono basura", advierten distintas gestoras.

El inconveniente añadido que presentan los garantizados de renta variable para el conservador es que muchas veces ligan su rentabilidad a una serie de variables que en múltiples ocasiones son difíciles de entender. Aunque en general, suelen ofrecer un porcentaje de la revalorización que experimente en el periodo de la garantía un índice bursátil concreto. Si nunca ha contratado ninguno, otro aspecto sobre el que tendrá que prestar atención son los plazos, ya que de ellos dependerá que asuma más o menos comisiones. Por ejemplo, la mayoría suele llevar implícita una comisión de comercialización, que habitualmente es de tres meses desde que se registra el folleto ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -superado el periodo de comercialización, la comisión suele ser más elevada-. Penalización que también existe en el caso de que el cliente decida vender la participación antes de que venza. Aunque en ocasiones, el garantizado ofrece ventanas de liquidez a través de las que el inversor puede salir del fondo sin penalización. A estas dos, -la comisión de comercialización y la de reembolso- hay que añadir las de gestión. "Es ilógico que se cobre esta última comisión, es un producto en el que no hay ninguna gestión una vez diseñado", señala Fernando Luque, de Morningstar. Aunque cada garantizado tiene unas condiciones distintas, dos de los últimos lanzados por las gestoras de entidades financieras tienen una estructura similar a la de un plazo fijo -salvando las distancias-. Uno es el de Bankinter y otro el de Grupo3.

La primera ha lanzado el fondo Renta Fija Opalo 2017 Garantizado-. Se trata de un producto con vencimiento a cuatro años y cinco meses, que ofrece una TAE del 3,15% como resultado de invertir en una cartera de renta fija emitida o avalada por emisores públicos y de renta fija privada con vencimiento similar al horizonte temporal del fondo, que será el 2 de agosto de 2017. La suscripción mínima es de 500 euros y tiene una comisión de gestión del 0,30% hasta el inicio del periodo de garantía y del 0,70% para el resto del plazo. Eso sí, contará con cuatro ventanas de liquidez.

El de Caja3 (Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz) se llama Fondo 3 Garantizado V. Este producto ofrece una rentabilidad del 3,5%, a un plazo de tres años y medio. Y uno de sus puntos a favor es que paga los cupones cada tres meses. Tiene hasta el 17 de abril para contratarlo.

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