Los inversores se han fijado un objetivo para este año: comprar productos que abonen dividendos o cupones. Sin embargo, aunque la oferta es amplia (depósitos, bonos, seguros o fondos de rentas) no hay tantas opciones para cobrar esos cupones sin tener que pagar impuestos a Hacienda cada vez que se reciban. Conozca dónde están esas pocas excepciones.
La llegada del nuevo año ha traído importantes cambios para los inversores. Por una parte está el fin de los superdepósitos, limitados a rentabilidades del 2 por ciento como máximo a doce meses, lo que complica las opciones que tienen los ahorradores para invertir la parte de sus carteras que tengan en liquidez. Y por otro, están los temidos cambios fiscales. Antes de las uvas los rendimientos del ahorro tributaban a un tipo de entre el 19 y el 21 por ciento pero después de las uvas la tributación mínima pasa del 19 al 21 por ciento y la máxima asciende al 27 por ciento. Y eso siempre y cuando las inversiones tengan plazos superiores a un año. En caso contrario, las plusvalías tributarían al tipo marginal del contribuyente, que puede oscilar entre el 24,75 al 52 por ciento.
Nuevas perspectivas
Cambios que llegan en un contexto en el que los inversores, tanto particulares como institucionales, buscan cada vez más productos que ofrezcan rentas para poder obtener la liquidez que tanto se demanda en tiempos de crisis, lo que explica los buenos resultados que están acumulando las subastas de deuda pública española . "El interés que está habiendo ahora mismo es el de conseguir activos que tengan cupones, que son los que están recibiendo la mayor parte de los flujos", ratifica Juan Ramón Caridad, Director del Master de Finanzas FIA.
Opciones no les faltan a esos inversores: dividendos -la rentabilidad media en el Ibex está en el 4,5 por ciento; deuda pública- los rendimientos de las últimas subastas van desde el 0,46 por ciento de las letras a 3 meses al 5,4 por ciento de los bonos a 10 años; ETF con reparto de dividendos; o fondos de renta fija que reparten de manera periódica cupones entre sus inversores, uno de los productos más elegidos por las gestoras para ganar clientes en los últimos meses.
El problema está en que la liquidez que obtienen estos productos está sujeta a retenciones fiscales ya que a la postre cualquier pago de dividendo o cupón se considera como una venta y por tanto está sujeto a tributación. En este contexto, la pregunta es obvia ¿hay alguna manera de cobrar cupones librándose de Hacienda? Afirmativo.
Alternativas para el inversor
En el mercado existen dos opciones: Fondos y ETF. Entre los segundos están los que reparten dividendos y los que lo distribuyen. Y lo mismo sucede en el caso de los fondos. Dentro del mercado español todos los fondos son de acumulación, fondtesoros incluidos, salvo que en su folleto digan lo contrario; pero en el caso de las gestoras extranjeras, distinguirlos es más complicado, aunque sus nombres dan alguna que otra pista. Las siglas ACC al final de su denominación quieren decir que son de acumulación y si esas siglas son DIS, de distribución.
Aunque los de distribución son los que han copado hasta ahora las recomendaciones de los gestores, y también las entradas de dinero en fondos, el atractivo de los fondos de acumulación gana adeptos ante el nuevo cambio fiscal. "Para el particular ganan ahora atractivo ya que consigues retrasar el pago a Hacienda", afirma Ricardo Sánchez Seco, de Gestiohna. Sobre todo si el inversor recurre a la hora de rescatar su capital en un fondo al traspaso ya que estos están exentos de pasar por Hacienda.
Para optimizar esta ventaja fiscal que tienen los fondos y planes de pensiones (los ETF no disfrutan de esta ventaja ya que su tratamiento fiscal es como el de las acciones), algunas gestoras han optado por lanzar fondos de rentas que escapen de la mirada del departamento dirigido por C. Montoro. La estrategia es sencilla: lanzan productos que pagan cupones pero el pago de este cupón no lo abonan en la cuenta del partícipe sino que lo traspasan a otro fondo. "De esta manera el cliente tiene la sensación de percibir el cupón pero muchos no lo necesitan por lo que damos la opción de reinvertirlo en un fondepósito", afirma Encarna Ramos, responsable de producto de DWS.
¿La mejor opción?
La gestora de Deutsche Bank es una de las más activas en este tipo de producto híbrido entre el reparto y la acumulación. De hecho, cuentan en el mercado con dos fondos de este tipo: DWS Bonos 2016 y DWS Renta Fija 2016. Ambos abonan cupones semestralmente y ambos lo hacen mediante el traspaso a otro de sus productos: DWS Fondepósito Plus. Así, el inversor que opte por este traspaso evita pagar por las plusvalías que recibe de su cupón (en torno al 4 por ciento). Una estrategia que piensan mantener de cara a los próximos meses con el lanzamiento de un producto de este tipo centrado en renta fija española. Por no mencionar que así la gestora consigue incrementar el patrimonio de los fondos monetarios, unos de los productos que se han visto más perjudicados por la encarnizada guerra del pasivo que han protagonizado las entidades españolas.
Si bien la gestora alemana es la más activa, no es la única firma que ha recurrido a esta fórmula para satisfacer a esos clientes con ganas de cupón pero con menos de pagar a Hacienda. También otras como Banca Cívica, Sabadell o Ahorro Corporación han ofrecido en su escaparate productos de este tipo.