Una semana en la que Wall Street tuvo que digerir que la economía de EEUU cayese en el último trimestre de 2012 de forma inesperada, no fue precisamente la elegida para atacar los máximos de 2007.
El Dow Jones, al menos, sí lo intentó, porque al cierre de la sesión del viernes, rebasó los 14.000 puntos, un nivel inédito desde octubre de 2007. Lo hizo el viernes, quedando a poco más de un 1% de superar los máximos marcados en aquel año y, a pesar incluso de que los primeros datos de empleo del año no superaron las expectativas. En enero, Estados Unidos generó ligeramente menos empleo del previsto (157.000 puestos), y la tasa de paro subió una décima, hasta el 7,9%. La reunión de la Reserva Federal tampoco sirvió de excusa para la bolsa norteamericana. La Fed no reveló nada nuevo y, apoyada en que la economía "se ha detenido en los últimos meses" mantuvo su decisión de continuar con su política expansiva.
De hecho, el mal dato del PIB de EEUU y la incapacidad de su bolsa de batir máximos históricos han tenido un efecto inmediato en el sentimiento del inversor: los alcistas cedieron terreno esta semana en Wall Street, mientras que España permaneció ajena y acapara el mayor número de revisiones al alza de los precios objetivos en más de dos años.
La contracción de la economía americana ha frenado a sus indicadores bursátiles, pero también a los toros americanos. Según los datos de la encuesta realizada por la AAII, el sentimiento alcista se situó en el 48%, frente al máximo de dos años alcanzado la semana anterior en el 52 %. ¿La lectura positiva? Este descenso de optimismo no ha supuesto un mayor número de bajistas, sino que la neutralidad gana adeptos.
Pero los malos datos de EEUU no han contagiado al sentimiento del inversor de España. De hecho, pese a la semana bajista del Ibex 35 tras la restauración de los cortos, las revisiones alcistas del precio objetivo se han incrementado del 35 al 40 % y los bajistas se han mantenido alrededor del 13 %.
Sólo sirvieron de contrapunto los resultados empresariales publicados esta semana en EEUU que, con la excepción de la industrial Caterpillar que sí decepcionó expectativas, batieron las previsiones. Entre ellos, los de Facebook, Boeing, Exxon Mobil, Pfizer y Qualcomm (la última en unirse a la cartera de elMonitor).
Quien sí sacó provecho de las horas bajas de la primera economía del mundo fue el euro, alcanzando máximos de los últimos 14 meses contra el dólar. El miércoles superó los 1,35 dólares y el viernes incluso rebasó los 1,36 billetes verdes. Mientras tanto, el yen continúa con la racha bajista que acusa desde que el Banco de Japón se fijó el objetivo de fabricar más inflación. De hecho, sólo en el mes enero se ha depreciado en torno a un 10% contra la divisa europea.