De barreras psicológicas fue la semana. En España, el Ibex 35 consiguió superar la de los 8.700 puntos por primera vez en once meses. Y en EEUU, el S&P 500 tocó los 1.500 puntos que no pisaba desde diciembre de 2007. Pero la euforia compradora fue más allá.
El principal índice de la zona euro, el EuroStoxx 50, rompió su nivel clave, en los 2.735 puntos, un día antes de que se cumpliesen seis meses exactos desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, salió en defensa del euro y apaciguó a los mercados.
"El EuroStoxx 50 ha logrado finalmente romper el techo de este proceso consolidativo, lo cual abre la puerta a un probable escenario de continuidad dentro de la tendencia alcista de los últimos meses", explica Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros. Pero aún hay que estar pendiente del alemán Dax 30 y de si recobra los 8.000-8.150 puntos. "De su superación depende que podamos hablar de un verdadero mercado alcista en tendencia", considera Cabrero.
De momento, el Ibex pudo disfrutar de una semana alcista, después de que la anterior pinchase su racha de ganancias. El principal índice español se apuntó un 1,4%, hasta escalar a los 8.724,6 puntos. A cuatro días para finalizar enero, el Ibex avanza un 6,8%, por lo que en estos momentos sería su mejor mes desde agosto.
Gas Natural, OHL y Grifols fueron los valores más alcistas del índice en la semana. Los dos primeros se revalorizaron un 6,9 y un 5,9%, respectivamente.
Pese a ser una semana alcista, seis compañías cerraron con descensos. La mayor caída fue para una de las entidades encargadas de abrir la temporada de resultados del Ibex, Bankinter. Fue una semana intensa para el título. Además de publicar resultados y volver a salir al mercado en busca de financiación, el que llegó a ser uno de sus mayores accionistas, Crédit Agricole, redujo su participación en el banco hasta el 9,9%. Con todo, Bankinter cedió un 4,8% en los últimos cinco días. Siguieron a este descenso BME y ACS, que se dejaron un 3,8 y un 2,8% en cada caso.
Para el resto de plazas europeas fue una semana de avances generalizados. El británico Ftse 100 acumuló las mayores ganancias, del 2,11%. Los datos macro ayudaron al Viejo Continente. "Es cierto que el FMI ha rebajado los pronósticos para el crecimiento de la Eurozona este año, pero entre el incremento de los PMIs y la subida del IFO, parece que el crecimiento en Alemania podría evolucionar por encima de lo que espera el consenso de mercado", apunta Daniel Álvarez, analista de XTB.
El viento aún sopla a favor
Enero ha traído aires nuevos para la financiación de las grandes empresas y de momento no deja de soplar a favor. Al largo listado de cotizadas que emitieron deuda para captar dinero en el mercado en las primeras semanas del año se unieron más. Una de las grandes que aún quedaba por salir, Iberdrola, consiguió 1.000 millones de euros a través de bonos a 8 años. También emitieron Ence y Abengoa, con lo que en total las cotizadas españolas se han financiado con 15.200 millones de euros este año.
Esta vez el propio Tesoro no quiso desaprovechar la oportunidad. El organismo emisor colocó 7.000 millones de euros a través de la primera subasta sindicada en once meses en la que lo más importante fue la demanda: 22.700 millones de euros. El Tesoro emitió bonos a 10 años a un 5,4 % de interés, que tuvieron un reflejo directo en la prima de riesgo española. Estos títulos son la nueva referencia para medir el diferencial con la deuda alemana del mismo vencimiento. Algo que provocó que el riesgo país finalizase la semana en los 354 puntos básicos, por encima de los 352 puntos con los que arrancó a primera hora del lunes.
También regresó al mercado de bonos Portugal por primera vez desde que solicitó a Europa el rescate financiero. Abrió así la posibilidad de acogerse al programa de compras anunciado por el BCE, el OMT, pues la institución reclama que el país que lo pida tenga acceso al mercado. La agencia Fitch puso el pero a esta emisión. "Nuestro escenario base sigue siendo que Portugal no logrará pleno acceso a los mercados cuando expire el programa de la UE y el FMI, por lo que será necesario apoyo financiero adicional y un nuevo plan de rescate", avisó.
Al cierre semanal, el que volvió a sacar pecho fue el euro. La divisa europea alcanzó los 1,347 dólares, tocando su nivel más alto desde noviembre de 2011. La moneda que continuó su camino totalmente contrario fue el yen japonés. La divisa nipona siguió depreciándose, aunque esta semana recibió novedades. El Banco de Japón anunció la medida histórica de intentar elevar la inflación hasta el 2% con la compra de activos.