Este incremento no sólo responderá a que también crecerán las amortizaciones -esto es, los vencimientos de deuda-, hasta alcanzar los 159.153 millones, sino que su principal causa residirá en el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), el flotador financiero ofrecido a las Comunidades Autonómicas con problemas de liquidez, que en 2013 desempeñará un papel clave en los objetivos del organismo emisor.
Durante 2012, el FLA ya exigió un esfuerzo extra al Tesoro, porque aportó 16.600 millones de euros a este mecanismo. Pero hay una diferencia clave con respecto al pasado año: entonces aportó ese dinero mediante colocaciones privadas -10.888 millones- y a través de su tesorería -5.700 millones-; este ejercicio tendrá que poner hasta 23.000 millones, y todos ellos procederán de las subastas periódicas, no de otras alternativas.
A su vez, sobre las subastas también recaerá la obligación de captar el total de la financiación neta -las emisiones brutas menos los vencimientos- prevista para 2013. En 2012, las emisiones proporcionaron una financiación neta de 37.000 millones de euros -el 38 por ciento del total de la financiación neta-; en 2013 proporcionarán 71.000 millones, repartidos entre los 59.000 millones que provendrán de las colocaciones de bonos y obligaciones y los 12.000 millones que tendrán como origen las subastas de letras.
Sin tiempo que perder, el Tesoro iniciará mañana el calendario de emisiones. En concreto, intentará captar entre 4.000 millones y 5.000 millones de euros, con una colocación de bonos y obligaciones que tendrán vencimiento en 2015, 2018 y 2026.
Más novedades
Pero la Estrategia de Financiación para 2013 también deparó otras novedades. En febrero el Tesoro dejará de subastar letras a 18 meses y, en su lugar, emitirá letras a 9 meses. Desde ese mes, las colocaciones de letras a 6 y 12 meses se celebrarán el tercer martes de cada mes y las de letras a 3 y 9 meses, el cuarto martes. Además, el organismo emisor lanzará un nuevo bono a dos años que complementará los habituales a 3, 5, 10 y 30 años. Otro cambio reside en que la deuda del Estado se incluirá entre los activos negociados en la plataforma Send de Bolsas y Mercados Españoles (BME), con el propósito de "mejorar el acceso de los inversores minoristas al mercado secundario de deuda pública".
Al mismo tiempo, una última novedad para 2013, que será común a todos los países de la eurozona, consiste en la introducción de las denominadas Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) en todas las emisiones con una vida superior a un año que se realicen a partir de 2013. Este cambio supone que, en caso de una reestructuración de la deuda pública, ya no será necesario alcanzar un acuerdo con todos los bonistas o tenedores de la emisión, sino sólo de una mayoría, lo que limita las pérdidas potenciales del sector público en caso de tener que modificar las condiciones de su deuda.