
Después del largo periodo de ajuste en las principales economías mundiales, Merrill Lynch afirma que la principal idea que traerá 2013 debajo del brazo será "la recuperación del crecimiento", en palabras de Bill O'Neill, director de inversiones de la firma para Europa. EEUU liderará la recuperación mundial mientras que en Europa la debilidad procederá de los países del 'núcleo duro' y en China se verán estímulos selectos, procedentes de la liberalización del sector financiero.
En España, la firma se muestra optimista al considerar que, después de cuatro años de visión negativa, ya están en marcha gran parte de los ajustes que permitirán que sea un país más productivo, competitivo y flexible.
España está en la recta final de los ajustes. Con esta frase se puede resumir la visión que tiene Merrill Lynch sobre nuestro país, después de cuatro años con perspectivas negativas. Según Alberto Spagnolo, CFA de la firma, "gran parte de los deberes por hacer se están cumpliendo" El primero de los cometidos es el saneamiento del sistema financiero, que según Spagnolo "está llegando a su fin" y "el banco malo debería ser el colofón".
El segundo cometido era conseguir que el mercado inmobiliario haga suelo, algo que consideran desde el banco de inversión que está cerca de suceder. La tercera cuestión, que está en vías de ser resuelta, es la "enorme dependencia en la financiación externa", aunque desde Merrill Lynch señalan que "el ajuste competitivo de los últimos tres años ha sido muy acusado" y alaban el hecho de que "el sector exterior está convirtiéndose en motor del crecimiento estructural" de España.
¿Qué falta por arreglar, de acuerdo con la visión del banco de inversión? Por un lado, "el retorno de la confianza interna", ya que el mercado laboral sigue hundido. Por otro lado - y desde la firma considera que aún queda mucho por mejorar en este sentido- "la credibilidad de los gobernantes", que deben ganarse la confianza de socios e inversores internacionales.
En cuanto a la petición de rescate que pende sobre España desde que Mario Draghi, presidente del BCE, anunciase la creación del programa OMT en septiembre, desde el banco de inversión consideran que "el rescate dependerá mucho de la credibilidad que los gobernantes puedan mostrar, va a ser muy volátil en ese sentido. Rajoy puede pedirlo a principios de año, pero puede que no lo pida", explica Alberto Spagnolo, que asegura que "en cualquier caso el rescate no es un factor clave en el desarrollo español".
Bill O'Neill, director de inversiones de la firma en Europa, ha declarado que la situación de España no va a depender sólo de lo que puedan hacer las autoridades por sí mismas "sino de todos los socios de la UE", haciendo énfasis en que van a ser cruciales para el destino de España los resultados de las elecciones italianas y el rumbo que tomen desde entonces sus políticas de ajuste. "El interés por la deuda española está cambiando, y la probabilidad de que Rajoy evite pedir el rescate se ha elevado", ha concluido O' Neill.
Los responsables de la firma han dedicado parte de su intervención al sistema financiero español, de cuyo comportamiento negativo estiman que "debe frenarse" porque "el esfuerzo realizado por los bancos ha sido bastante importante, a la par que los recursos financieros van en aumento", en palabras de Spagnolo, que ha vaticinado que "el sector financiero español emergerá como uno de los más saneados, más transparentes y más capitalizados de Europa".
Si bien ha matizado que "no está claro que el financiero sea una oportunidad de inversión a largo plazo, porque se enfrentan a muchos años de márgenes bajos, de bajos retornos y de presión regulatoria", el CFA de Merrill Lynch en España sí cree que los bancos españoles "sí se van a comportar mejor que en años pasados y van a sustentar parcialmente las subidas del Ibex". De hecho, Spagnolo considera "muy probable" que el selectivo "presente un comportamiento mucho mejor el año que viene, y es muy probable que su comportamiento sea en línea o mejor que otras bolsas".
Bailar tango es cosa de dos
En cuanto a las perspectivas globales, Bill O'Neill ha mostrado su entusiasmo al afirmar que la idea central de 2013 se resumirá en la palabra "crecimiento". En concreto, y haciendo un símil con los movimientos que hacen las parejas que bailan tango, el director de inversiones de la firma ha explicado que "lo que quiere el mercado por primera vez desde el fin del 'crash' financiero es que políticas y crecimiento vayan en la misma dirección", destacando que el gran éxito en la gestión de la crisis ha sido que se haya apartado un riesgo deflacionista.
Para el experto, el gran favorecido será EEUU, que liderará una "gran recuperación" en la que tendrá mucho que ver la mejora de las condiciones del mercado inmobiliario, del que estima que empezará a contribuir al crecimiento del PIB estadounidense el año que viene.
En cuanto a la resolución del precipicio fiscal, en Merrill Lynch trabajan bajo la tesis de que republicanos y demócratas llegarán a un acuerdo a tiempo, no en el último minuto.Su escenario base recoge estimaciones de recortes entre 250.000 y 320.000 millones de dólares, equivalentes a una horquilla dentre el 1,6 y el 2% del PIB estadounidense.
Respecto a otras zonas geográficas, para China han resaltado que apenas habrá medidas cuantitativas y, de haberlas, girarán en torno a la lliberalización del sector bancario; asimismo, O'Neill ha señalado que el cambio de liderazgo en la cúpula del Partido Comunista Chino ha abierto oportunidades en nuevos sectores, especialmente el del consumo debido también en gran parte a cambios demográficos en la población china.
Una historia muy distinta es la que manejan para Europa. Consideran que la recesión continuará en el Viejo Continente, aunque "será distinta, porque en vez de recoger la decepción de países periféricos" los problemas vendrán de "la debilidad de los países del núcleo duro" de la Unión, Alemania y Francia.