Hoy es el día elegido por Telefónica para canjear las participaciones preferentes que la teleco emitió hace diez años por un importe inicial de 1.500 millones de euros -ampliados a 2.000 millones con posterioridad- por obligaciones y acciones propias de la compañía procedentes de su autocartera.
Durante el periodo de aceptación, que finalizó el pasado 23 de noviembre, el 97,06% de los tenedores ha dado el sí quiero a la oferta de la operadora. Esta operación permitirá a la compañía reducir su deuda neta en 776 millones de euros, una cantidad que le permite avanzar en su compromiso de cerrar el año con una deuda de 50.000 millones.
El consenso de mercado estima que terminará el año con un ebitda (resultado bruto de explotación) de 21.096 millones de euros y una deuda de 52.000 millones (si se descuentan los 776 millones), por lo que el ratio de apalancamiento estimado todavía se sitúa en las 2,46 veces, a un 4% de lograr su objetivo en las 2,35 veces. No obstante, los esfuerzos de la teleco todavía no han terminado, ya que se espera que se pueda producir alguna desinversión este mismo año, como pudiera ser la de Portugal Telecom.
La oferta llegó el pasado 31 de octubre, cuando la multinacional que preside César Alierta comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la solución para dar carpetazo a sus preferentes. Las características que ha establecido es que los tenedores de estas participaciones recibirán la totalidad de sus ahorros -1.000 euros por cada título- en efectivo, de los cuales tendrán que destinar el 60% a la compra de obligaciones simples con vencimiento a diez años, que ofrecen un cupón anual del 4,184%.
El otro 40% se canjeará por 76,4 millones de acciones de autocartera cuyo precio ha quedado establecido en 10,16 euros, después de tomar como referencia los cinco días hábiles bursátiles anteriores a la finalización del plazo de aceptación de la oferta -es decir, la media de la cotización desde el 19 al 23 de noviembre de 2012-.