La semana pasada no fue fácil para los inversores. Por si faltaba poco, la escalada de violencia en Oriente Medio se unió a las incertidumbres globales y al sufrimiento de las bolsas europeas por las divergencias en la troika sobre Grecia y su rescate.
Sin embargo, no todo son malas noticias en el escenario económico mundial. En Japón, las perspectivas de un cambio de gobierno hicieron subir al Nikkei y bajar al yen. Parece que el mercado descuenta ya una política monetaria mucho más agresiva después de las elecciones de diciembre y las expectativas giran a favor de las empresas favorecidas por un yen más barato. China, por fin, reaccionó esta noche al cambio de sus órganos políticos y parece querer volver a subir desde una zona muy relevante para un inversor de largo plazo.
Wall Street se mantuvo bajo presión bajista después de que los inversores tuviesen que digerir varios comentarios de los líderes del Congreso sobre las negociaciones en marcha para resolver el abismo fiscal. No obstante, terminamos la semana mejor de lo que comenzó, lo que sugiere que los inversores encuentran valor en un S&P en 1.350 y empiezan a adoptar una visión más equilibrada sobre el fiscal cliff. Esto es alentador pero prematuro hasta que sepamos más de un posible acuerdo entre republicanos y demócratas.
Europa sigue siendo una fuente de preocupación atrapada entre una posible nueva escalada del riesgo político y el estancamiento del crecimiento en Alemania. Los profit warnings están afectando ahora a los grandes nombres del Dax con consecuencias negativas para el índice.
Durante las dos últimas semanas, hemos abogado por una estrategia de esperar y ver encaminada a no sobre-reaccionar a las preocupaciones de corto plazo del mercado, gestionando los riesgos cuando es necesario (ahí tenemos la salida de Bayer de nuestra lista), y abriendo posiciones sólo en empresas con recomendaciones muy fuertes y un momentum sólido de su precio (como fue el caso de Gilead Sciences). Puede que volvamos a una política más agresiva en los próximos días: valores como General Electric (GE.NY) o Pfizer (PFE.NY) pueden estabilizarse esta semana y ofrecer niveles interesantes para aquellos inversores que no las tienen en cartera. Nuestra última recomendación, Gilead Sciences (GILD.NQ), resiste al pesimismo y está todavía en nivel de compra.
También son prometedores los dos nuevos nombres en el radar: Visa y Priceline, que se benefician de sólidas recomendaciones dado el valor de un precio barato (Priceline) o de un crecimiento consistente (Visa). Podrían entrar en breve en cartera si Wall Street confirma sus vibraciones alcistas. Tampoco podemos ignorar Qualcomm o Comcast.
Las perspectivas son más oscuras en Europa, donde el deterioro del entorno económico en Alemania complica el trabajo de los analistas. Aunque nuestra lista todavía muestra más resistencia que el mercado, valores como Rio Tinto, LVMH, Volkswagen, Enagás y OHL han perdido momentum en el último tramo de la corrección internacional. Es probable que necesiten el apoyo de Wall Street y para cortar los riesgos bajistas. Diageo, BNP Paribas y, en España, Dia, siguen siendo apuestas sólidas en la cartera.