
Habla con la confianza propia de los académicos. Y con la seguridad de quien sabe que está en su momento. Nouriel Roubini (Estambul, 1959), economista y profesor de la Universidad de Nueva York, se ha convertido en una de las voces más autorizadas para analizar la crisis porque fue, precisamente, uno de los que la predijo.
Visitó ayer Madrid, invitado por la Fundación Rafael del Pino, para pronunciar una conferencia sobre el futuro del euro. ¿Es pesimista, fiel a su apodo de Dr. Doom o Doctor Catástrofe? No. Mejor dicho no lo es del todo. Pone deberes a la eurozona y vaticina que, aunque lo más probable es que el euro "sobrevivirá", podría hacerlo "con menos integrantes".
¿Debe pedir España ya el rescate?
En mi opinión sería constructivo que en las próximas semanas, antes de fin de año, preferiblemente en noviembre, España acuerde un Memorándum de Entendimiento (MoU) con la troika y que una vez que se acuerde, el Banco Central Europeo (BCE) obtenga la condicionalidad que ha requerido para activar su nuevo programa de compras de deuda (OMT).
Sería útil que el Fondo Monetario Internacional (FMI) participara en el proceso de definición de las condiciones, no mediante un proceso típico en el que él prestara el dinero, sino en el establecimiento de esas condiciones. Por el momento, la afirmación de que el BCE ya está preparado para comprar ha calmado las tensiones en los últimos meses.
¿Haría falta solicitar un rescate completo o bastaría con pedir una línea de crédito preventiva?
La petición estaría más encaminada hacia la petición de una línea de crédito preventiva. España sigue teniendo acceso a los mercados. Los intereses continúan siendo altos, pero mantiene su acceso al mercado. Probablemente, España no necesita las compras del Mecanismo de Estabilidad (Mede) en el mercado primario y bastaría con que el BCE comprara deuda en el mercado secundario a través del OMT.
El debate entre la austeridad y el crecimiento sigue vigente. ¿Qué necesita España?
España necesita ambas. La situación fiscal es insostenible, pero si la economía no crece la deuda tampoco será sostenible. Hace falta austeridad, pero también crecimiento, porque hay que reducir el numerador de la deuda, pero si no crece el denominador del Producto Interior Bruto (PIB) no habrá nada que hacer.
¿Cómo se consigue? Lo primero es asumir que los actuales objetivos de déficit acordados con la Unión Europea, consistentes en reducir el desequilibrio fiscal este año al 6,3%, al 4,5% en 2013 y al 3% en 2014, no son realistas. Si España intenta cumplir esos objetivos, el daño de la recesión se agravaría. Habría que retrasar el objetivo de rebajar el déficit al 3% dos años, hasta 2016. Ese nuevo objetivo sería sensible con la situación actual. España necesita el ajuste, pero también precisa hacerlo más lentamente.
¿Está el euro verdaderamente en peligro?
Creo que el euro puede sobrevivir. Pero lo hará si se consigue una mayor unión, una mayor integración. Eso significa unión bancaria, unión fiscal, unión económica. También una mayor unión política. De momento, los cambios caminan en la dirección correcta, pero este proceso tardará entre cinco y 10 años en aplicarse. Pero puede permitir que el euro sobreviva. Eso sí, si esos pasos son demasiado lentos, crecerá el riesgo de una mayor desunión, de una mayor desintegración, de una mayor fragmentación, de una mayor balcanización de las economías, del sistema financiero y de los mercados financieros. Depende de las decisiones de las autoridades políticas. Creo que el euro no se romperá, que seguirá adelante, otra cosa será que lo consiga con los 17 integrantes que lo forman ahora. Puede que no haya una ruptura total, pero sí, parcial, comenzando con la salida de Grecia. La probabilidad de que el euro no se rompa es hoy mayor que la de que se pueda romper totalmente. Pero la probabilidad de que el euro cuente con menos integrantes supera el 50 por ciento.
Pero, si Grecia sale del euro, ¿puede ser como abrir una caja de Pandora de efectos incalculables?
Todo dependerá de que España e Italia se encuentren fuera de peligro en el momento en que eso llegue a ocurrir. Si de aquí a un año ambos países lo logran, sus primas de riesgo descienden, sus economías mejoran, sus deudas están bajo control... Europa puede manejar la salida de Grecia del euro.
¿Debería emular el BCE a la Reserva Federal (Fed) estadounidense y aplicar estímulos más potentes?
No creo que en la tradición del BCE figure la posibilidad de poner en marcha estímulos cuantitativos similares a los de la Fed, pero puede adoptar otras medidas. El BCE puede reducir los tipos de interés oficiales y ponerlos más cerca del 0 por ciento; puede situar los tipos de interés de la facilidad de depósito en niveles negativos; puede suavizar las exigencias de colateral... Tiene en su mano un completo espectro de medidas convencionales y no convencionales para ayudar a detener la recesión de la región y contener los problemas periféricos.
¿Cómo ve a la economía estadounidense? ¿Solucionará sus problemas fiscales?
No creo que EEUU vuelva a entrar en recesión, pero sí que el crecimiento siga siendo débil e inferior a su crecimiento potencial. En 2013 podría crecer un 1,5 por ciento. Su economía se expone a una amenaza interna, como son los problemas fiscales y la necesidad de que demócratas y republicanos se pongan de acuerdo con el ritmo de los ajustes fiscales y el límite de deuda, y a una triple amenaza externa: la crisis de la eurozona, un aterrizaje más brusco del crecimiento de China y un incremento de la tensión en Oriente Medio que encarezca el precio del petróleo. En este entorno, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, está haciendo lo correcto con sus medidas expansivas.