Bolsa, mercados y cotizaciones

El resultado electoral en EEUU no cambiará abruptamente la política de la Fed

  • Las dinámicas del banco central son mucho más lentas que las de la política
El presidente de la Fed, Ben Bernanke. Foto: Archivo

No hay duda de que el próximo presidente de EEUU tomará muchas decisiones importantes que tendrán impacto en los mercados financieros durante los próximos cuatro años.

Pero para los inversores de Wall Street y de renta fija, la prioridad es la duración del Quantitative Easing y quién sucederá a Ben Bernanke como presidente de la Reserva Federal. Eso es crucial, porque ambos mercados han estado muy influidos por las expectativas de que la Fed mantendrá los tipos bajos durante mucho tiempo.

"Lo que la Fed está haciendo importa mucho más que lo que los candidatos pueden hacer, por su enorme presencia en los mercados", afirma Anthony Valeri, estratega de renta fija de LPL Financial. "Desde la campaña de Romney se ha dicho que los estímulos no están funcionando y no son necesarios, y todas las apuestas de que los tipos se mantendrán bajos se desvanecen. Si gana Romney, es probable que nombre a otro presidente de la Fed más halcón que Bernanke. Tendríamos que descontar una subida de tipos más temprana y el impacto sería negativo para la bolsa y los bonos", explica.

Es posible, pero dos hechos básicos complican las expectativas. En primer lugar, el mandato de Bernanke no finaliza antes de enero de 2014. Es cierto que muchos creen que dejará entonces el banco central. Pero todavía faltan dos años para eso, y el presidente no tiene poder para echarlo antes.

Tampoco podemos exagerar el poder en las manos de Bernanke. Un factor que puede anular el efecto de un nuevo presidente de la Fed es que la política monetaria se decide por el Comité de Mercado Abierto, y no sólo Ben Bernanke. Está formado por doce miembros, con sus posiciones y votos en una rotación gradual, y siguiendo su mandato dual de mantener baja la inflación y maximizar el empleo según cómo se está comportando la economía. Dicho de otra forma, la Fed se mueve demasiado lentamente como para que el nuevo presidente altere la política monetaria de tal modo que pueda cambiar abruptamente las expectativas.

Es probable que sea más importante para el mercado la percepción de lo duro que trabajarán los legisladores en el terreno fiscal para reducir el déficit del país a largo plazo. Esto tiene que ver con el fin de las rebajas fiscales y las medidas de gasto a finales de año (el abismo fiscal). Ésa será la clave para el crecimiento, los tipos de interés y Wall Street en 2013.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky