El flujo de datos que sale de EEUU sigue sorprendiendo al alza y ahora China también empieza a sorprender.
Parece que la economía adelanta al mercado y a las previsiones que realizan los organismos oficiales. Por eso se habla de nadir (punto más bajo) del escenario, una situación que a mi juicio abre la posibilidad de subir el riesgo en cartera (hasta 15 puntos según mis conclusiones).
Y es que, en el mercado hay situaciones en las que los indicadores adelantados cumplen con su definición y suelen sobrepasar al propio mercado o a las previsiones de los economistas elaboradas a partir de modelos más complejos.
El índice de confianza de la Universidad de Michigan confirmó lo que ya sabíamos: la confianza de las familias en Estados Unidos sube a pesar de las incertidumbres de la política fiscal en el ejercicio de 2013. Los tres indicadores de confianza más importantes del país (ISM, Conference Board y Michigan) mandan todos el mismo mensaje de una economía que podría estar tocando el fondo de la desaceleración económica abierta en primavera.
El consenso de los analistas sigue el mismo camino y empezó a mejorar en el mes de septiembre. Esta convergencia con los datos de confianza es llamativa y da más cuerpo a una idea de cierta recuperación de la economía antes de finales de año. También cabe recordar que existen algunas señales positivas que empiezan a llegar desde China, como la estabilización de los PMIs y sobre todo la aceleración del comercio marítimo en septiembre y octubre. Europa y Japón siguen a la cola del proceso, sin levantar cabeza. Llama la atención el hecho de que estos datos salgan justo cuando el FMI rebaja sus previsiones internacionales y de que el Banco Mundial rebaje sus previsiones de crecimiento sobre China.
Fuertes correcciones
En nuestra cartera, muchos de los títulos que lo hicieron bien a lo largo de las últimas sesiones corrigen con cierta fuerza, como son los casos de Home Depot, General Electric o Pfizer, o entran en un movimiento lateral. Preocupa el estado de la empresa de menaje del hogar y el de United Technologies, además de BNP y Celgene, aunque éstas por falta de momento. La situación de Coca-Cola empeora, aunque dentro de un movimiento lateral muy bien definido. De hecho, sería un error venderlo en estos momentos. La compañía tecnológica de defensa es, sin duda, la más preocupante por la brecha que se está creando entre el mercado y los analistas que la cubren.