CEYHAN, Turquía (Reuters) - Turquía inauguró el jueves un oleoducto valorado en 4.000 millones de dólares que llevará petróleo del mar Caspio al Mediterráneo, como parte de un corredor energético vital para los intereses estratégicos occidentales y turcos.
"Este es un momento histórico, cambia el mapa energético del mundo", declaró el consejero delegado de BP, John Browne, durante la ceremonia. "Tenemos el reto diario de que el oleoducto funcione con seguridad para la gente y el medio ambiente".
Ceyhan ya es la terminal de un oleoducto que sale de los campos iraquíes de Kirkuk, y cuando se inaugure la esperada línea que saldrá de la ciudad de Samsun, en el mar Negro, podría suponer el ocho por ciento del comercio mundial de crudo.
También sortea los cuellos de botella del transporte marítimo en los estrechos turcos, donde los envíos marítimos de crudo pueden permanecer retenidos durante semanas por el mal tiempo y la congestión.
El crudo ligero azerí es del tipo preferido por los refinadores para hacer combustibles de transporte de alta calidad. Su flujo en aumento está cambiando el equilibrio del mercado de crudo mediterráneo, hasta ahora dominado por la mezcla más pesada de los Urales rusos.
El de Bakú-Ceyhan es uno de los proyectos gasísticos y petroleros que incrementarán la importancia estratégica de Turquía para Europa como corredor energético durante la próxima década, además de poder responder al incremento de la demanda doméstica.
Turquía ha ido atrayendo un creciente interés de los inversores extranjeros en los últimos dos años, ya que esperan beneficiarse de sus mercados de rápido crecimiento, impulsado por el inicio de las conversaciones para una posible adhesión a la Unión Europea.
Se espera que obtenga unos 300 millones de dólares al año del nuevo oleoducto.