Algún accionista de Popular, de esos de toda la vida, se sorprendería al ver que los títulos de la entidad cotizaban a mediodía en 1,282 euros.
"A este precio compré yo hace 20 años", pudo decir alguno de ellos. Así es. La acción de la entidad llegó a desplomarse un 6,22% durante la sesión, situándose tanto en su precio más bajo del año como en el mínimo sufrido desde 1992.
Ajeno a la vuelta alcista que dieron los principales bancos españoles y europeos a media sesión ante el rumor que sembró la agencia Bloomberg sobre un posible retraso en la imposición de Basilea III, Popular cerró como el peor valor del Ibex.
No puso fin a la racha bajista que arrastra desde que anunció la ampliación de capital de hasta 2.500 millones de euros, con la que pretende huir de las ayudas públicas y conservar su independencia. Los títulos de la entidad que preside Ángel Ron firmaron doce jornada consecutivas de caídas.
Finalmente, el valor descendió un 4,9%, hasta cerrar en los 1,3 euros. Logró conservar su suelo, aunque quedó muy cerca del mínimo marcado al cierre en julio en 1,285 euros.
Sucedió, como coincidencia, durante el día en el que, según Bloomberg, estaba previsto que el Popular pagara a sus accionistas el dividendo, cancelado por el banco en la Junta del pasado 1 de octubre.
Con el último descenso, Popular ya pierde un 23,6% de su valor desde que comunicó la operación con la que quiere hacer frente a su recapitalización, mientras que el Ibex 35 retrocede sólo un 0,3 en este mismo periodo.
En lo que va de año, los títulos del banco arrastran pérdidas superiores al 63%, con lo que su capitalización se desploma hasta los 2.660 millones de euros.
126 millones de acciones
La entidad también informó de los resultados de la primera ventana de conversión que tuvieron los propietarios de bonos convertibles. En total, fueron 6.199 bonistas titulares de 2.049.130 títulos los que eligieron convertir la deuda en acciones. Esto supone la entrega de alrededor de 126 millones de títulos.
