Oliver Wyman dictó sentencia el viernes: la banca española puede necesitar hasta 59.300 millones de euros. Entre las más perjudicadas se encuentra Popular, que ayer anunció una ampliación de capital que lastró su cotización más de un 6 por ciento. En el resto del sector, la gran banca española -BBVA y Santander-, junto a Sabadell y CaixaBank se libraron de las pérdidas. Ninguna de las cuatro tiene necesidades adicionales de capital.
En términos generales, el mercado interpretó de forma positiva el resultado de las pruebas de resistencia bancarias publicada el viernes -pese a que Moody´s declaró ayer que la cifra de hasta 59.300 millones es insuficiente-. Fueron las cotizaciones de las entidades más saneadas las que menos sufrieron el impacto de la noticia en bolsa. Santander y BBVA -que en el ejercicio de estrés mostraron una enorme fortaleza ante escenarios de crisis- terminaron la sesión con avances del 1 por ciento; mientras que Caixabank, que se alzó como la tercera entidad del país por solvencia, registró una subida del 3,14 por ciento.
La nacionalizada Bankia que, como era previsible, capta la mayor parte del capital necesario, terminó la jornada con un descenso de casi un 0,8 por ciento. Por su parte, Banesto y Bankinter también se decantaron por las pérdidas, que fueron del 3 y 2 por ciento, respectivamente.
