MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
La Unión de Consumidores de España (UCE) exigió hoy el fin del overbooking, en el marco de estos días festivos de Semana Santa; una práctica que anualmente afecta a unos 250.000 pasajeros en toda Europa.
Según esta organización, la venta de billetes por encima del número de plazas "es un abuso legalizado por la Unión Europea que no tiene justificación alguna hoy en día". El overbooking comenzó a aplicarse en pleno desarrollo de la navegación aérea civil cuando el escaso número de viajeros podía poner en peligro la viabilidad económica de los vuelos.
No obstante, en la actualidad no se da esta situación y sin embargo las compañías aéreas siguen utilizando este argumento, que ha sido respaldado por la legislación comunitaria (Reglamento CE 261/2004) a pesar de que, "básicamente, consiste en un incumplimiento contractual por parte de las compañías", subraya la UCE.
En el caso de que se produzca una situación de overbooking la compañía aérea deberá comunicarlo a los pasajeros y solicitar voluntarios a renunciar a su pasaje a cambio de una serie de beneficios. Sólo en el caso de que el número de voluntarios no permita solucionar la situación la compañía podrá denegar el acceso al vuelo.
Las compensaciones establecidas para los afectados se sitúan en 250 euros para vuelos de hasta 1.500 kilómetros y 400 euros para todos los vuelos intracomunitarios de más de 1.500 kilómetros y para todos los demás vuelos de entre 1.500 y 3.500 kilómetros.
Para aquellos vuelos que no estén comprendidos en los anteriores (más de 3.500 kilómetros), la compañía ofrecerá 600 euros, además de manuteción y alojamiento en hotel en el caso de que sea necesario pernoctar una o varias noches, así como transporte entre el aeropuerto y el lugar de alojamiento. No obstante, para UCE estas compensaciones "son totalmente insuficientes debido a los graves trastornos que tanto el overbooking como los retrasos causan a los usuarios del transporte aéreo".
En cuanto a los retrasos, la UCE denuncia la impunidad de la que gozan las compañías aéreas, ya que tacha de "irrisorio" la compensación con un bocadillo y un refresco para los retrasos de hasta cinco horas. Sólo si el retraso supera las cinco horas el pasajero tiene derecho a la devolución del billete.
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