
La firma británica de artículos de lujo sufre el mayor desplome en una sola jornada desde su salida a bolsa en 2002 tras rebajar sus previsiones de beneficio para 2012.
En ocasiones, decir la verdad sienta como un mazazo. Es lo que le está sucediendo a Burberry (BRBY.LO), la firma responsable del estilo 'british' por excelencia, que en estos momentos lidera las pérdidas del Ftse 100 al desplomarse más de un 18%. La razón ha sido la revisión a la baja de sus expectativas de beneficio con cargo al este ejercicio, debido a que el crecimiento global por ventas de la firma se ha ralentizado. De hecho, los números publicados por la firma de lujo revelan que las ventas han crecido un 6 por ciento en el segundo trimestre, frente al 14 por ciento de los primeros tres meses del año.
Stacey Cartwright, directora financiera de la compañía, ha intentado aligerar esta mala noticia al afirmar en una entrevista telefónica con Bloomberg: "Sabemos que no estamos sólos, en términos de lo que hemos visto en las dos últimas semanas. El tráfico del mercado está cayendo". No obstante, el punto verdaderamente preocupante que se puede extraer de los datos de Burberry es que se están reduciendo las ventas en unos de los principales países en donde están apostando su futuro crecimiento todos los fabricantes de lujo, China. No obstante, Cartwright ha achacado la ralentización del crecimiento de la firma con la caída del consumo en Europa.
El otro dato preocupante es que la noticia no ha sido negativa sólo para Burberry, sino que el castigo de los inversores se ha trasladado a otras firmas de lujo, sector considerado tradicionalmente como defensivo. Así, en estos momentos presentan pérdidas Christian Dior, con más de un 5%, LVMH, el mayor conglomerado dentro del sector (cede más del 4%) y las firmas italianas Tod's y Luxottica.