Nueva York, 10 jul (EFECOM).- Tras el récord histórico marcado el pasado viernes, el precio del crudo prolongó hoy su caída en Nueva York, animado por las perspectivas generadas por la negociación entre la Unión Europea e Irán.
Al cierre de la sesión regular, los contratos de futuros para agosto del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) retrocedieron 48 centavos hasta los 73,61 dólares por barril (159 litros), lejos del récord que alcanzaron el viernes en 75,78 dólares.
Los contratos de gasolina para entrega en agosto se negociaron hoy a 2,1747 dólares por galón (3,78 litros), después de restar seis centavos al cierre de ayer.
El gasóleo de calefacción para ese mismo mes se cruzó al cierre a 1,9645 dólares, medio centavo menos que el viernes.
Los contratos de gas natural para agosto sufrieron por último un ascenso de 8 centavos, hasta los 5,60 dólares por mil pies cúbicos.
Detrás del abaratamiento del crudo y las gasolinas se encuentra, según los analistas, la reunión que mañana mantendrá el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, con el negociador iraní Ali Lariyani.
"Esperamos el máximo de la reunión de mañana, necesitamos que (los iraníes) se comprometan no sólo con palabras, sino con hechos", declaró hoy a EFE la portavoz de Solana, Cristina Gallach.
Solana se reunirá el martes por segunda vez en cinco días con Ali Lariyani, en una sesión de trabajo por la mañana seguida de un almuerzo, a los que asistirán los directores políticos de Francia, Alemania, el Reino Unido y Rusia.
En la reunión insistirá en que Irán responda "lo antes posible" a la oferta internacional que pretende convencer a Teherán de suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio.
La comunidad internacional aún espera una respuesta de Irán a la oferta que entregó Solana el pasado 6 de junio en Teherán en nombre de la UE, los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU - EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido- y Alemania.
La oferta internacional incluye tecnología de punta nuclear de uso estrictamente civil, como un reactor de agua ligera y el combustible necesario para hacerlo funcionar, así como ventajas económicas y garantías regionales de seguridad.
Todos los elementos del programa nuclear iraní formarán parte de la negociación, que para poder empezar exige la suspensión del enriquecimiento del uranio, aunque no se descarta que en el futuro éste pueda reanudarse una vez restablecida la confianza en las intenciones iraníes, según fuentes diplomáticas.
Teherán, que es firmante del Tratado de No Proliferación de armas atómicas, insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos y persigue sólo la producción de energía.
Pero su falta de transparencia ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha llevado a la comunidad internacional a sospechar que podría estar desarrollando armas nucleares, lo que desestabilizaría aún más Oriente Medio. EFECOM
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