Madrid, 11 mar (EFECOM).- Los bancos españoles, junto con los de Italia y Portugal, tendrán que afrontar mayores retos para mejorar su eficiencia y los servicios que ofrecen, y seguir siendo "competitivos" durante los próximos años.
Esta es una de las principales conclusiones que se extrae de un estudio presentado hoy por la consultora AT Kearney, que analiza cómo afectará a la banca la creación del Espacio Único Europeo de Medios de Pago, conocido como SEPA.
El informe, en el que se estudian más de cuarenta bancos de trece países europeos, explica que la creación del SEPA ayudará a la expansión por todo el Viejo Continente de los bancos alemanes y del Benelux -Bélgica, Holanda y Luxemburgo-.
Ello se debe a que dichas entidades poseen los costes de procesamiento más bajos de la zona euro en las transacciones electrónicas, frente a las entidades de España, Italia y Portugal.
El director de la consultora, Juan Lafont, que presentó el estudio en una rueda de prensa, consideró que la creación del SEPA genera una mayor competencia entre las entidades para hacerse cargo de las más de 70.000 millones de transacciones y de los cerca de 70.000 millones de euros de ingresos.
No obstante, señaló que existen contrastes "muy significativos" en cuanto a niveles de eficiencia y aseguró que serán los bancos con costes "sumamente competitivos" los que más se beneficien.
Así, las entidades financieras líderes son entre un 50 y un 90 por ciento más baratas en el procesamiento de pagos y de tarjetas que el resto de bancos, que tienen precios entre dos y diez veces más caros en pagos y operaciones con tarjetas.
Lafont insistió en que los avances de la zona única y las iniciativas desarrolladas requieren a los bancos una inversión "significativa" en los sistemas de pago.
En cuanto a los clientes, actualmente pagan precios muy diversos por instrumentos similares, dice el informe, que añade que se espera que la libre competencia disminuya estas diferencias y contribuya a ajustar los precios en todo el continente.
No obstante, Lafont recordó que aún no se ha fijado una fecha para la retirada "paulatina" de los instrumentos empleados en cada país miembro. EFECOM
mbr/ala/ltm