El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha presentado hoy a los miembros del Congreso las débiles perspectivas económicas y ha vuelto a insistir, por enésima vez, que el banco central está preparado para tomar más medidas e intentar dar un empujón a la recuperación si la situación lo requiere. A pesar de ello, la reacción de las bolsas ha sido negativa: el mercado esperaba más claridad acerca de nuevos estímulos.
En su testimonio frente al comité bancario del Senado Bernanke ha dicho que la reducción de la tasa de desempleo en los meses es posible que sea "frustrantemente lenta".
Además, el presidente de la Fed ha instado al Congreso a que se enfrente al abismo fiscal, diciendo que amenaza la recuperación, así como ha destacado que la crisis de deuda europea también supone un riesgo significativo para la economía.
"Reflejando sus preocupaciones sobre el lento ritmo en el progreso de reducción del desempleo y los riesgos a la baja para las previsiones económicas, el FOMC (comité de mercado abierto de la Fed, encargado de tomar decisiones) dejó claro en su reunión de junio que está preparado para tomar más medidas apropiadas para promover una recuperación económica más fuerte y una mejora sostenida en las condiciones del mercado laboral en un contexto de estabilidad de precios", ha dicho Bernanke.
De esta forma, aunque se muestra reticente a imprimir más dinero, Bernanke sigue sin cerrar la puerta definitivamente a poner en marcha un nuevo programa de recompra de deuda, conocido como QE3. "Es algo que la Fed podría considerar", según señaló en rueda de prensa, en su anterior comparecencia.
"Más compras adicionales de bonos estaría entre las cuestiones que sin duda consideraríamos si es necesario adoptar medidas adicionales para fortalecer la economía", aseguró.
A falta de un QE3, la Fed decidió en su última reunión prorrogar la Operación Twist, un programa para canjear deuda a corto plazo (de 3 años o menos) por deuda a largo (con vencimientos entre 6 y 30 años) que concluía a finales de mes. El programa se extenderá hasta finales de año.
En la misma cita, el organismo recortó sus previsiones de crecimiento e inflación para los próximos tres años. Además, estima que la tasa de desempleo se mantendrá por encima del 8% hasta finales de 2012.