En buena medida su futuro depende de que mañana el Eurogrupo saque algo en claro en su reunión pero parece como si no fuera con él la cosa. No en vano, el euro se mantuvo especialmente apático en sus principales cruces contra el resto de divisas.
De esta forma, frente al billete verde la moneda única hizo un amago para recuperar los 1,25 dólares para después volver a perder esa cota con una depreciación del 0,2 por ciento. Por su parte, contra el yen japonés y la libra esterlina el euro logró un balance más positivo. Así contra la divisa del país del sol naciente la moneda de la eurozona inició su primer asalto hacia los 100 yenes con una apreciación que en el día llegó al 0,3 por ciento y que luego se desinfló hasta el 0,1 y cerrar en los 99,4 yenes. Por su parte, contra la moneda británica el euro tuvo un avance del 0,3 por ciento que hizo que su valor medido en la divisa inglesa volviera a superar las 0,8 libras.
El oro en la cuerda floja
Frente a la indiferencia del euro contrastó la subida del crudo, sobre todo la del barril americano West Texas que se anotó un alza del 1,3 por ciento que le permitió recuperar los 80 dólares. El europeo Brent fue más tímido con una subida del 0,5 por ciento hasta los 93,5 dólares. El oro a duras penas aguanta en positivo en el año tras caer un 0,15 por ciento hasta los 1.571 dólares por onza.
