Bolsa, mercados y cotizaciones

La deuda marca el máximo del 6,7% y se acerca al punto de no retorno del 7%

La tensión no ha cedido ni un milímetro en el mercado de la deuda española. Ayer, la prima de riesgo escaló 8 puntos básicos hasta los 528 (ó 5,28 puntos porcentuales), situándose a tan sólo un 1,85 por ciento de su máximo histórico, los 538 puntos básicos que marcó el pasado 30 de mayo. Lo hizo en su tercera sesión consecutiva al alza: desde el viernes hasta ahora, el diferencial del bono español a diez años con el alemán ya se ha ensanchado en 57 puntos, un 12,1 por ciento.

En esta última ocasión, el detonante o driver del nuevo repunte de la prima de riesgo no fueron las compras de bunds germanos -que ayer se comportó como activo de riesgo, marcando máximos de tres semanas en el 1,424 por ciento- sino por las ventas de bonos españoles. Así, la deuda a diez años escaló hasta marcar máximos históricos en el 6,705 por ciento al cierre de la sesión, aproximándose al punto de no retorno que algunos bancos de inversión sitúan en el 7 por ciento, a partir del cual el país tendría que pedir un rescate por no poder asumir los costes de su deuda. "Todo apunta a que nuestro bono a 10 años irá nuevamente a testar los máximos anuales en los entornos del 6,7 por ciento, que también fue la resistencia del año pasado. Si no se produjesen compras en estos niveles, sería una señal muy negativa" afirma Miguel Paz, de Unicorp.

Demasiado por concretar

La razón de que el termómetro que mide el miedo de los inversores a la quiebra de un país continúe disparada sigue siendo la indefinición de las condiciones de los 100.000 millones que se inyectarán a la banca. "En estas cosas los detalles lo son todo y tenemos pocos" explica el economista Tano Santos en el blog Nada es Gratis. Detalles que perfilan desde Banif: "En primer lugar, determinar el montante definitivo de ayudas; en segundo lugar, definir el organismo que las emitirá, porque no es lo mismo el Fondo de Rescate, para lo que se necesita la unanimidad de los países de la UE, que el Mecanismo de Estabilidad; y en tercer lugar, el tipo de interés definitivo de la financiación", y añaden: "La determinación de estos puntos resulta fundamental para hacer una valoración definitiva del programa de ayuda"

Otra de las dudas que genera qué vehículo financiará a los bancos españoles es que, de elegirse para tal menester al Mecanismo de Estabilidad, el fondo de rescate permanente que empezará a funcionar en julio, se podría crear una situación todavía más perjudicial para las arcas españolas; al emitir este fondo deuda de carácter preferencial, que le sitúa por delante del resto de acreedores senior en el caso de que el Estado español quebrase, al final lo que se conseguiría es que los inversores exigiesen rendimientos todavía mayores al Tesoro español, incrementando el nivel de déficit y provocando, eventual y finalmente, que se produjera un evento de crédito o default, activándose así los seguros contra impago (CDS) del Reino de España. De hecho, estos escudos escalaron ayer hasta máximos históricos (ver página 7).

"No obstante", continúan desde Banif, "uno de los principales puntos negros que apreciamos en la ayuda europea es que con este mecanismo no se consigue desconectar del todo el bucle diabólico de transmisión entre riesgo financiero y soberano. Así, aunque las condiciones de la ayuda no recaen sobre la economía española sino sobre el sector financiero, la actuación del FROB como intermediario significa que el Reino de España asume la deuda". ¿Qué significa esto? "En el caso de utilizarse todos los fondos, el ratio de deuda sobre PIB de España se incrementaría un 10 por ciento". Conclusión: haga lo que haga la UE, existen muchas probabilidades de que el rescate a la banca termine pasando factura de una manera u otra al erario público, en un contexto de fuerte austeridad que no impedirá que el nivel de endeudamiento del estado alcance este ejercicio la cifra récord del 80 por ciento sobre el PIB.

En este sentido, tampoco está ayudando el ruido constante procedente de instituciones europeas y fuentes de autoridad. Por un lado, el lunes Christine Lagarde, presidenta del FMI, afirmó que al euro le quedan tres meses para defender su futuro... con el rescate a Chipre planeando sobre toda la eurozona, pues los expertos lo señalan como el siguiente país en caer. Joaquín Almunida, comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión Europea, declaró que España tendrá que cobrar a los bancos que rescate un interés mínimo del 8,5 por ciento anual, acorde con la normativa comunitaria. Paralelamente María Fekter, ministra austriaca de finanzas, levantaba una polvareda en el otro país que está en el ojo del huracán, Italia, al afirmar que también necesitará un rescate bancario como el de España, afirmando que los fondos de rescate no tienen suficiente dinero como para ayudar también al país transalpino. Finalmente, el ministro de Economía Luis de Guindos advirtió de que los próximos días serán de "enorme volatilidad" y "enorme tensión" para los mercados.

Italia sufre con España

El rescate al sistema financiero español también sigue salpicando al Italia; ayer, su diferencial con el bono alemán avanzó hasta los 474 puntos básicos (dos más que la jornada anterior), sumandola cuarta sesión consecutiva de alzas; desde el jueves de la semana pasada, la prima de riesgo transalpina ha avanzado 41 puntos básicos, marcando máximos desde enero. El repunte del riesgo italiano se debió a las ventas de bonos a diez años; ayer, su rentabilidad escaló hasta el 6,171 por ciento. El bono transalpino sí estuvo por encima del 7 por ciento (ver gráfico). En la jornada de ayer también subió la prima de riesgo francesa, hasta 130 puntos. Avanza un 10 por ciento desde el viernes.

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