Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado, pendiente de lo que haga el BCE

Con el bono a diez años en el 6,6%, el mercado acerca a España a los países rescatados

El escenario en el mercado de renta fija no ha cambiado. España ha pasado a ser el centro de atención otra vez, sin que Grecia deje de levantar preocupaciones dentro y fuera de la eurozona, y las ventas ya se producen en todos los tramos de la curva, aunque cada vez son de menos volumen. Buena prueba de ello son las rentabilidades que han presentado los bonos del Tesoro español en el último mes.

Un cóctel explosivo...

Los problemas de la reestructuración bancaria, las necesidades de provisiones que tiene el sector, las exigencias desde Bruselas de cumplimiento del objetivo de déficit para las Comunidades Autónomas, junto a la menor entrada de ingresos vía impuestos y la salida de capitales, mantienen la presión sobre España.

El resultado de este cóctel explosivo son nuevas subidas de la prima de riesgo -medida por el interés adicional que exigen los inversores al bono español respecto a su par alemán- por encima de los 530 puntos básicos (el viernes pasado cerró en 538 puntos básicos, o 5,38 puntos porcentuales), y de la rentabilidad del bono a 10 años, que superó niveles del 6,6%. Entretanto, la rentabilidad del bono transalpino a diez años se mantiene en 5,9% y la de su homólogo irlandés ha bajado a 7,07%.

Por lo tanto, España se está alejando de Italia, para acercarse a los países rescatados, en un entorno en el que necesita liquidez a corto plazo para las nuevas necesidades del sector bancario, a un coste mucho más elevado que, por ejemplo, el de Alemania, cuyo bono a diez años cotiza al 1,25% mientras que el dos años está ofreciendo rentabilidades negativas al inversor.

...que también daña al euro

Otro de los sintomas de la desconfianza es que el mercado cada vez compra más activos en dólares, por debajo del cruce de 1,24 dólares el euro, mientras que los bonos del Tesoro de EEUU cotizan al 0,275% el 2 años, y al 1,63% el treasury a 10 años.

Por tanto, el mercado espera como agua de mayo la próxima reunión del BCE programada para el miércoles 6 de junio, porque en ella se podrían tomar medidas para apoyar la liquidez, por ejemplo compras de bonos mediante una subasta de liquidez. También hay numerosas subastas de deuda, incluyendo España, que servirán para medir el nivel de la demanda doméstica y el grado de cobertura de estas emisiones. Y todo ello, sin olvidarnos de las elecciones generales de Grecia, el próximo 17 de junio.

Por otra parte, los mercados secundarios están muy parados, y en los primarios sólo emiten aquellos que proceden de fuera de los países periféricos, por ejemplo Linde o Hutchison. En todo caso, a pesar de la incertidumbre existente, sigue habiendo emisiones atractivas.

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