El mercado espera acontecimientos hasta que se celebren las elecciones de Grecia el 17 de junio, y hasta la cumbre de finales del próximo mes que mantendrán los países del euro sobre el crecimiento. Mientras tanto, la tensión sigue en la deuda pública, con la rentabilidad del bono español a 10 años en torno al 6,31% y el alemán, por el contrario, en el 1,37%. Consecuentemente, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre ambos rendimientos, se encuentra en los 494 puntos básicos.
Aunque ha crecido algo el optimismo respecto a España e Italia, por las reformas puestas en marcha, sigue sin haber movimientos en el secundario, mientras que en el primario hubo algunas salidas la semana pasada con buena acogida. Sin embargo, se trata de emisores grandes fuera de la zona periférica, lo que ha provocado que se ajustasen mucho los diferenciales, ofreciendo rentabilidades muy bajas. Es el caso de GDF SUEZ, que colocó 3.000 millones de Euros al 3% con vencimiento 2023.
El Tesoro español está logrando colocar emisiones, pero pagando más rentabilidad. Con volúmenes pequeños y demanda local. Sin embargo, para este año esto no supondrá un problema, porque los bancos tienen suficiente para cubrir un 77% de las necesidades. Esta situación choca con el caso del Tesoro de Alemania, que esta semana colocó 4.500 millones a 2 años al 0,07%, mientras el coste de financiación para España en una subasta equivalente es del 4,25%.
En cuanto al mercado monetario, siguen sucediéndose las bajadas de tipos. La referencia del swap 10 años ya está por debajo del 1,89%. Se trata de niveles mínimos que las empresas no pueden aprovechar por la falta de crédito; sólo algunas emisiones corporativas que salen en el primario se están aprovechando de estos niveles, intentando salir a largo plazo.
Para esta semana recomendamos prudencia, esperando los acontecimientos del mes de junio, que serán relevantes: la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo del 7 de junio y las elecciones griegas el 17 de junio. Hasta entonces, hay que seguir anclados en plazos cortos, no superiores a 3 años. Además de pagarés del Banco Santander, activos a corto plazo con alta rentabilidad y calidad del emisor, que aportan un 3,90% en un año, 4,20% el dos años, estas son las emisiones recomendadas.