Era marzo de 1972 y la economía de EEUU, presionada en ese momento por una alta inflación, aún debía atravesar unas cuantas crisis, entre ellas la del petróleo que sacudió al mundo un año y medio más tarde.
Fue en esa época cuando Johnson & Johnson repartió por primera vez un dividendo a sus accionistas, de 0,2083 centavos. Desde entonces ha salvado todos los obstáculos que ha impuesto el escenario económico y es una de esas compañías que puede presumir de no haber dejado de elevar la retribución. La estadounidense vuelve a remunerar en junio con un aumento del 7 por ciento respecto al último pago.
"Apuntarse medio siglo de constantes aumentos de dividendos es un logro muy impresionante, sobre todo si tenemos en cuenta las difíciles condiciones económicas experimentadas en ocasiones durante el periodo", señala Stuart Rhodes, gestor de M&G Investments, que valora la "prioridad" que da Johnson & Johnson a la retribución. El gestor expone que al preguntarle al director financiero de la compañía cómo distribuyen su presupuesto, éste respondió: "Lo primero que hacemos al comienzo de cada ejercicio es aumentar el dividendo".
Y a tenor de las previsiones de los analistas, se espera que siga la tradición de subir los pagos. Según Bloomberg, la multinacional estadounidense podría elevar su retribución un 6,6 y un 7,7 por ciento en los dos próximos años, hasta los 65 y los 70 centavos en cada caso. Los aumentos irán de la mano del crecimiento de sus beneficios, ya que se prevé que este año mejoren un 7,4 por ciento respecto a 2011 y que el próximo ejercicio vuelvan a subir un 6 por ciento.