Los inversores bajistas no se pueden justificar en que la 'compañía de la manzana' está cara para penalizarla ahora
Que Apple (AAPL.NQ)cotiza en bolsa más barata ahora de lo que lo hizo de media en los últimos 10 años no es nada nuevo. Y eso, a pesar del brutal crecimiento en beneficios que se sigue esperando, de ser ya la mayor compañía por valor bursátil en EEUU y de que consigue ganar sólo en un trimestre beneficios comparables a lo que otras muchas compañías les cuesta todo un año.
Un inversor desembolsa ahora por la empresa en torno a 12 veces sus beneficios previstos a un ejercicio. Poco si se compara con las 36 veces que, de media, ha estado dispuesto a pagar el mercado por sus títulos en los últimos 10 años, y no demasiado si se tiene en cuenta que, con un crecimiento muy superior al del resto de compañías, se paga también menos que por el resto del Nasdaq de media (13,5 veces).
Otras grandes tecnológicas
Apple está barata pese a que su expectativa de crecimiento en beneficios a 12 meses ronda el 30%, según datos recogidos por FactSet. El mercado ha visto la oportunidad pero, ¿qué ha pasado con otras grandes tecnológicas en los momentos en los que han ofrecido crecimientos similares?
En la lista de pesos pesados, Google llegó a ofrecer crecimientos brutales -la expectativa a 12 meses en 2005 era que multiplicase por dos sus ganancias-. Pero en 2008, cuando se esperaba un crecimiento similar al que se prevé ahora para Apple, el mercado estuvo dispuesto a pagar por Google un PER de 27,2 veces, el doble de lo que se paga por Apple.
No es la única de las grandes tecnológicas que, ofreciendo un crecimiento en beneficio por acción similar, han llegado a cotizar a ratios más exigentes, dejando a la compañía que creó Jobs como una verdadera oportunidad por precio.
Para la segunda mayor del sector, Microsoft, es difícil encontrar en los últimos años que el mercado haya tenido una expectativa de beneficios tan alta como para el fabricante del iPhone, según FactSet. Pero cuando las previsiones de mejora a un año del beneficio por acción superaron el 20% (en Apple son mayores, rondan el 30%), que fue en 2004 y 2005, un inversor pagaba por el fabricante de Windows en bolsa, de media, un PER de 24,47 veces y 18,7 veces, respectivamente. En torno a un 88% y un 43% más que por la marca de la manzana.
Sucede lo mismo con los otros dos gigantes del Nasdaq, Intel y Oracle (aunque en éste último caso se han excluido los datos del cálculo porque cuando se esperaban crecimientos similares a los de Apple fue en la época de la burbuja tecnológica). En los últimos años, cuando se ha esperado de ellas un crecimiento igual al que se prevé ahora para Apple a un año, nunca se ha pagado menos de un PER de 20 veces en bolsa, salvo en el caso de Intel durante 2010.
La corriente del mercado
Alguien podría argumentar que todo depende de qué rumbo llevase en ese momento el mercado. Es decir, si en general por la tecnología los inversores estaban dispuestos a pagar más caras sus inversiones, no es comparable (de ahí también que se hayan excluido del cálculo los años de la burbuja puntocom, para no distorsionar). Y es cierto que algunas veces ha sido así, pero en otros casos recientes no. Sin ir más lejos, el de Google, que cuando en 2008 ofrecía una expectativa de crecimiento similar a la que se espera de Apple ahora, cotizaba con una prima del 56% respecto al resto del mercado.
Así, aunque hoy Apple no es la tecnológica que más barata puede cazar un inversor en bolsa entre las grandes del Nasdaq (lo están más Intel, Microsoft o Oracle, ver gráfico), sí lo está, no sólo respecto a su media histórica, sino teniendo en cuenta lo que está dispuesto a pagar el mercado por la media de compañías que integran el Nasdaq y también por lo que en su día pagó por otras tecnológicas con igual crecimiento.
Ese factor fundamental es un argumento a nuestro favor y algo bueno para el mercado. Sin que la tecnológica corrija, parece difícil que el Nasdaq 100 se vaya hacia atrás con fuerza.