MADRID (Reuters) - Los acreedores de Colonial continuaban negociando a contrarreloj y fuera de plazo con los principales accionistas de la inmobiliaria e ICD para superar desavenencencias y concluir una propuesta de compra que evite una situación concursal, menos apetitosa para los bancos.
Pese a comunicar a primera hora de la mañana la finalización de las negociaciones, Luis Portillo y la familiaNozaleda (que controlan conjuntamente alrededor de un 52 por ciento de la inmobiliaria) se vieron obligados areconocer al regulador nuevos contactos con ICD después de que fuentes de mercado avanzasen esta información.
En un escueto comunicado, mientras su contratación permanecía suspendida de negociación, los accionistasdijeron que sus asesores y los de ICD han contactado para reanudar las conversaciones de cara a "la posibleadquisición por parte de ICD" de un paquete de sus acciones.
Añadieron que "en este momento no pueden pronunciarse de forma definitiva sobre si es posible llegar a unacuerdo en fechas próximas con ICD", algo sobre lo que había preguntado la CNMV.
El regulador también preguntó en una carta dirigida a ICD si tiene intención de modificar su oferta, por lo que esposible que las acciones permanezcan suspendidas en espera de una respuesta del fondo.
Según fuentes conocedoras de la situación, el principal punto de desacuerdo de la primera propuesta de ICD fue laexigencia del fondo de vender los negocios residenciales de Colonial, a lo que los accionistas se negaron porqueprovocaría una rebaja en el precio ofrecido (1,85 euros en efectivo o 2,25 euros a pagar en cuatro años y medio).Además, ICD habría exigido sin éxito una mejora de las condiciones del crédito sindicado.
Colonial, titular de una de las mayores deudas empresariales del país --9.000 millones de euros -- puso aprincipios de este año el cartel de "se vende" acosada por un deterioro del mercado crediticio y la crisis de actividady confianza en su sector que desplomó su cotización en un 60 por ciento.
Sin embargo, el examen exhaustivo de sus cuentas parece desanimar a hipotéticos compradores y la falta deacuerdo con ICD limita notablemente las posibilidades de supervivencia de la inmobiliaria.
Las opciones son, básicamente: que aparezca una oferta de un tercero --lo cual parece poco probable en estosmomentos--, que las partes alcancen un nuevo acuerdo o que algún deudor o accionista de Colonial solicite unconcurso de acreedores.
Esta tercera opción resultaría especialmente perjudicial para los bancos que, aunque cobrarían en primer lugar,perderían la posibilidad de lograr un mejor acuerdo.
"Si se entra en situación concursal los acreedores podrían verse obligados a aflojar o aplazar para cobrar lasdeudas", explicó un abogado mercantil.
La posibilidad de avistar un concurso de acreedores podría incluso, dijeron analistas, frenar posibles ofertas deterceros ya que, llegado el caso, la situación de concurso propiciaría condiciones de compra más rentables.
/Por Clara Vilar y Elena Moya/