Bolsa, mercados y cotizaciones

Quién gana y quién pierde con las operaciones corporativas

La caída en la construcción nacional y las dificultades a la hora de obtener financiación siguen lastrando a algunas compañías de un sector que se ve obligado a hacer desinversiones para frenar su elevado endeudamiento.

Esta semana han sido Abertis, OHL y ACS las protagonistas de un nuevo trueque en el negocio de las infraestructuras, pero no el único que se produce en el último mes.

Y es que la necesidad de recortar deuda, la creciente diversificación geográfica de algunas compañías y los bajos precios a los que cotizan en el parqué hacen de ellas todo un caramelo apto para operaciones corporativas con las que reforzarse y buscar los cimientos de una recuperación. Pero, ¿quién saborea mejor esta operación? Los expertos lo tienen claro: Abertis es la gran beneficiada y OHL logra consolidar su positiva recomendación de compra.

La concesionaria gana, entre otras cosas, presencia internacional y una mayor estabilidad accionarial. OHL se convierte en el tercer mayor accionista de Abertis tras haberle vendido ella misma el 10% de su capital -el 4,7% corresponde a su autocartera y el 5,3% restante que compra a ACS- y haber firmado un contrato de derivados (equity swap) con la compañía presidida por Florentino Pérez por el 4,7% del capital. El nuevo mapa accionarial de Abertis estaría liderado por CaixaBank (27,4%), el fondo de capital riesgo CVC (15,6%) y OHL, que retira a ACS como tercer socio, al controlar un 14,7% valorado en 1.355 millones.

Este intercambio de participaciones supone otro cambio en la estructura accionarial de estas compañías de infraestructuras, que se unen a los vividos una semana antes con la venta del 3,7% de Iberdrola en manos de ACS y a la desinversión del 10% lo que realizó Sacyr en Repsol el año pasado para no ahogarse con esta inversión, aunque ahora también sufre más que nadie el castigo de la petrolera en Argentina.

Abertis resuelve su tarea pendiente...

La operación a tres bandas entre Abertis, OHL y ACS responde a objetivos estratégicos muy diferentes. La transacción permite a la concesionaria beneficiarse de una mayor apertura al exterior -hasta ahora se centraba sobre todo en España y Francia-, ya que el trueque por el accionariado implica que OHL le venda el 60% de su negocio en Brasil y las concesiones de autopistas en Chile.

"La operación permite a Abertis entrar en el mercado brasileño, que tiene grandes expectativas de crecimiento, y contrarrestar la caída del 9% en el tráfico de su red de autopistas", asegura un experto conocedor del negocio de la compañía. Además, este intercambio de activos hace que Abertis alcance una posición más competitiva en el sector al desbancar a la francesa Vinci como líder mundial en concesiones de autopistas.

Resuelto una de sus tareas pendientes, los expertos han empezado a recogerlo positivamente en sus valoraciones. Tanto es así que Abertis es la única de las compañías implicadas en esta operación que ha recibido mejoras en su recomendación tras ser revisada por más de una decena de firmas de inversión en los últimos cuatro días. Es decir, su consejo de compra es ahora mucho más contundente que antes y su valoración se la han mejorado desde los 14,65 a los 14,70 euros por acción.

Es más el precio objetivo fijado por NMAS 1 y Banco Sabadell en la última semana se sitúa incluso en los 15,88 y los 15,7 euros, niveles no vistos desde junio de 2008. Estas valoraciones supondrían para Abertis alcanzar una capitalización de 12.320 millones de euros, lo que le dejaría todavía a un 30% del tamaño bursátil que tiene el gigante europeo de infraestructuras, Vinci.

...y OHL y ACS toman aire

Si Abertis estaba falta de negocio en el exterior, hay quien piensa que la cartera de concesiones de OHL estaba demasiado focalizada en emergentes como Brasil y Mexico. "Sorprende que OHL se deshaga de Brasil y Chile, pero es una operación positiva, porque la entrada le permitirá reducir deuda y cumplir con el objetivo de dos veces su ebitda", asegura Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Un reto difícil de conseguir a día de hoy teniendo en cuenta que las previsiones apuntan a que este año alcanzará una deuda de 5.490 millones de euros (un 7% más que en 2011), cuatro veces su beneficio operativo estimado para el mismo periodo.

Precisamente, las últimas maniobras de la compañía presidida por Juan Miguel Villar Mir han ido dirigidas en esa dirección, es decir, a reducir su endeudamiento. Su posición en el mercado internacional -cotiza en Brasil y México- otorga a la compañía más visibilidad para acceder al mercado en busca de financiación y tener una situación más saludable que por ejemplo ACS. El lunes pasado OHL consiguió refinanciar el crédito sindicado que le vencía en enero de 2013 y ampliarlo a 300 millones de euros y días más tarde cerró el acuerdo con Abertis a través del cuál la concesionaria cargaba con los 530 millones de deuda asociada a OHL Brasil.

La venta de su negocio en Brasil y Chile, como moneda de cambio a la entrada en Abertis, se produce según los analistas en un buen momento dado los buenos fundamentales y el equilibrio financiero de las concesiones. Tanto es así que esta misma semana los títulos de OHL Brasil marcaron máximos históricos en los 16,38 reales (acumula alzas en 2012 del 30%), un comportamiento que no se reflejó de igual manera en la cotización de la propia OHL. "La operación supone una cambio estratégico en la compañía porque hasta ahora gestionaba activamente su cartera de concesiones con participaciones mayoritarias y ahora se centra en entrar en Abertis", dicen fuentes del mercado para explicar la descorrelación de los negocios en bolsa. Este puede ser uno de los motivos que fundamente que el consenso de mercado se mantenga aún cauteloso con la operación. Si bien es cierto que los títulos de OHL siguen teniendo una de las recomendaciones de compra más claras del mercado español para los analistas, la valoración ha permanecido congelada en los 27,35 euros por acción, lo que supone un potencial alcista del 40%.

ACS también gana pulmón con este cambio accionarial. Y es que la participación que tenía en Abertis (10,3%) es una de las más líquidas y le permite avanzar en su plan de desinversión de activos por valor de 3.000 millones que se puso de reto a principios de año. Sin embargo, las dudas sobre ACS continúan por las incertidumbres que rodean a Iberdrola (de la que se deshizo recientemente del 3,7%), lo que hace que sea constantemente castigada en el parqué -cede un 38% en 2012-. Desde Renta 4 señalan además que la desinversión de los activos renovables puede generarle un problema, porque "el precio distará mucho de lo que estima el mercado". Sin embargo, peor balance tuvo Iberdrola, donde la desinversión de ACS le hizo coquetear con el consejo de de venta. No obstante, la eléctrica podría también sacar partido de todo este entramado. "El intercambio accionarial puede afectar positivamente a Iberdrola porque puede suponer menor presión de salida de papel de ACS", aseguran desde Renta 4.

Sin embargo, si hay una compañía de infraestructuras que ha sufrido recientemente es Sacyr. Su 10% de Repsol está valorado en casi 1.800 millones, frente a los 600 millones que capitaliza ella misma en el parqué, pero la expropiación de YPF ha echado por tierra al valor. Resta un 64% desde enero, su valoración se ha reducido más de un 30% y se coloca junto con Bankia como las compañías con menor valor en libros del Ibex 35 (0,28 veces). Un deterioro que también se produjo en la petrolera, que perdió el consejo de compra, sufrió una bajada de rating de S&P, se decantó por cambiar su política de retribución al pasarse al dividendo en papelitos y su precio de liquidación es de 0,7 veces.

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