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Popular emitirá convertibles al 7,25%

Dos años después de la última emisión, la entidad presidida por Ángel Ron lanzará una tercera ronda de bonos convertibles el próximo mes, que ofrecerá un cupón inferior al de ocasiones anteriores. Sin embargo, el precio de canje volverá a quedar abierto, igual que en la emisión de 2010, y estará en línea con el precio al que coticen las acciones al vencimiento, que será en 2017

No hay dos sin tres. Popular acudirá de nuevo al mercado con una tercera emisión de bonos convertibles en acciones por valor de 700 millones de euros el próximo mes, en busca de la financiación necesaria que le ayude a digerir la reciente adquisición de Pastor. Estos bonos llevarán un clausurado de la autoridad bancaria europea (EBA), que implica la conversión automática en acciones en determinados supuestos -aún no fijados porque la operación está pendiente de la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-, para que los títulos puedan contabilizar como core capital, es decir, como recursos propios de calidad. En esta ocasión, la rentabilidad que alcanzarán estas acciones convertibles -con valor norminal de 1.000 euros- será menor a la que ofreció en 2010. Por entonces, el cupón brindó un 8 por ciento. En el actual, el rendimiento se reducirá hasta el 7,25 por ciento anual, que se pagará cada tres meses. Lo positivo es que el precio de canje no estará prefijado de antemano sino que quedará abierto y estará en línea con el precio de mercado a vencimiento, en junio 2017.

Que el precio se fije a vencimiento es positivo, porque de lo contrario -si está prefijado desde el inicio- el bonista debe valorar dos escenarios posibles. El más perjudicial se produce cuando en el momento de la conversión el valor cotiza a un precio más bajo que el establecido para el cambio, ya que con la misma cantidad que invirtió podría comprar más títulos en el mercado. Pero también podría suceder a la inversa, entonces estaría comprando acciones más baratas. En cualquier caso, es un inconveniente que no afecta a la nueva emisión de la entidad presidida por Ángel Ron, ya que el precio de canje se calculará con la media de los cinco días previos a su vencimiento a cinco años vista. Cinco años en los que el cliente tendrá ventanas de liquidez semestrales antes de la conversión obligatoria, que se producirá en dos plazos. La mitad de la emisión se deberá liquidar en el cuarto año, en junio de 2016. La otra mitad tendrá que esperar al quinto año, hasta 2017.

No es la primera vez que Popular recurre a este instrumento de financiación. Hay que retroceder a septiembre de 2009 para encontrar el estreno de esta entidad con las convertibles. Por entonces, la entidad emitió 700 millones de euros con unas características menos favorables. En aquel momento, la rentabilidad ofrecida fue un 7 por ciento en el primer año; mientras que en los tres siguientes el interés se establecía con el euribor medio a tres meses más 400 puntos básicos. Además de la retribución, la diferencia principal es que el precio de aquella emisión estaba cerrado en los 7,01 euros. Desde entonces, las acciones de Popular han perdido casi un 70 por ciento en bolsa. Por ello, la entidad ha decidido alargar el plazo de vencimiento hasta noviembre de 2015 con el fin de que la acción se recupere con un cupón del 4,71 por ciento. No es un caso aislado. En una situación similar se encuentran ahora los bonistas del Santander que compraron convertibles en octubre de 2007, ya que la entidad ha caído otro 70 por ciento respecto al precio que se fijó entonces para realizar la conversión, de 16,04 euros, que se producirá a finales de año.

La segunda emisión de convertibles de Popular llegó en 2010, eso sí, con distintas condiciones. Además de elevar la rentabilidad del cupón hasta el 8 por ciento, la entidad modificó el modo de hacer la conversión al sistema de la emisión actual: precio de canje en línea con el precio de mercado a vencimiento.

No obstante, pese al mayor interés de las convertibles, hay que valorar las características de esta alternativa de inversión. En esta ocasión, el cupón de Popular estará igualado con la rentabilidad por dividendo que la entidad entregará en los próximos años según las estimaciones del consenso. Con una diferencia clara, la compra directa de la acción aporta una liquidez mayor.

Otro de los riesgos de estos productos es que el pago del cupón depende de que la compañía obtenga beneficios en el año. De no ser así, no tiene la obligación de pagar. Debe saber que el tenedor de convertibles se sitúa por detrás del inversor de preferentes en caso de impago. No obstante, las estimaciones de los expertos no apuntan que Popular sufra pérdidas en los próximos años.

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