Mal de alturas. Así es como se conoce a la falta de adaptación del organismo a la escasez de oxígeno en zonas de gran altitud. Este trastorno lo sufren los alpinistas a partir de los 2.400 metros de altitud y por encima de los 7.000 puede resultar mortal.Pues no es en metros sino en puntos donde el Ibex parece no encontrar el oxígeno necesario para sostenerse.
No en vano, estuvo a punto una vez más de perder ese nivel tras afrontar una caída del 1,29 por ciento que le hizo retroceder hasta los 7.027,10 puntos. Pero pudo ser peor, ya que durante la jornada llegó a restar un 2,3 por ciento, hasta los 6.955 enteros.
El principal selectivo español sufre en sus carnes que España sea el actual epicentro de la crisis de deuda de la eurozona. No en vano, en las últimas sesiones las oscilaciones del Ibex, tanto al alza como a la baja, son mucho más bruscas que las de sus homólogos europeos, fruto de la desconfianza que genera la economía nacional.
Esta incertidumbre se dejó sentir sobre todo por los rumores publicados en Alemania sobre la creación de un fondo específico de rescate para los bancos españoles y así evitar el contagio al resto de países. También contribuyó que el Banco Santander anunciara un beneficio neto de 1.604 millones de euros en el primer trimestre, un 24 por ciento menos respecto al mismo periodo del año anterior. Un descenso que se explica por los 3.127 millones dotados para insolvencias durante el primer trimestre. El mercado respondió a estas cifras con una caída de las acciones del banco cántabro del 3,38 por ciento.
No obstante, también hay quien hace una lectura positiva de los niveles actuales del Ibex, entre ellos se encuentran los analistas de Citi. "Si bien no se espera una fuerte mejora en el plano 'macro', pensamos que la liquidación en mercados periféricos, como España, ha sido excesiva, con lo que se abre una ventana para una leve recuperación de la renta variable".
¿Es posible la remontada?
En lo que va de 2012 el selectivo español se deja un 18 por ciento en el parqué. De hecho, en ese periodo es el tercer índice bursátil a nivel mundial que peor se comporta. En este contexto, la cuestión es si se puede dar por perdido este ejercicio o todavía hay posibilidades de que termine el año en positivo.
Aunque la respuesta no se sabrá hasta final de año, la estadística no parece avalar una remontada. Ya que en este 2012 el Ibex ha marcado un mínimo intradía en los 6.811,2 puntos, por debajo de los 7.505,3 que marcó a ese respecto el año anterior. Aunque no está muy claro el porqué, lo cierto es que la variación interanual de los mínimos del Ibex suele coincidir con la variación interanual del índice. De hecho, de los últimos 25 ejercicios sólo en cuatro la fluctuación de los mínimo intradiarios en un año respecto al cierre ha ido en sentido contrario, lo que le confiere una fiabilidad superior al 80 por ciento.
Así, de los nueve ejercicios en los que el Ibex cerró en números rojos en siete de ellos se cumplió que el precio más bajo marcado durante ese año fue inferior al mismo del ejercicio precedente. Las excepciónes a esta regla fueron en 1994 y 2010, en los que el Ibex perdió un 14,6 y un 17,4 por ciento en cada caso. Sin embargo, el nivel intradiario más bajo marcado en 1994 fue de 3.017,74 puntos frente a los 2.311,33 de 1993 y en 2010 esa referencia fue de 8563,6 frente a los 6702,6 de 2009, con lo que no predijeron la caída.