Estos títulos ofrecen ahora buenas oportunidades, aunque tienen más riesgo.
La volatilidad continúa en el mercado de renta fija, generando oportunidades de compra y también numerosas ventas, en la medida que las previsiones de menor crecimiento y las exigencias de reducir el déficit público están forzando a los países a tomar medidas drásticas que ponen en cuestión la recuperación económica. Todo ello, en un contexto de escaso flujo de inversiones, que afecta al merado secundario especialmente.
Sin embargo, existen oportunidades en el mercado, en la medida que se pueden aprovechar situaciones como la volatilidad en el diferencial -spread- entre la deuda pública de España e Italia, que en la última semana ha caído de los 50 a los 30 puntos básicos por el apetito comprador sobre la deuda pública española. También han influido las previsiones de que el ratio entre la deuda y el Producto Interior Bruto (PIB) de Italia pasará del 116% actual al 123% en 2013. Por tanto, mucha inestabilidad y fuertes variaciones en el bono soberano español que, por ejemplo, la pasada semana osciló en sólo dos días del 6,1 al 5,7% de rentabilidad. En todo caso, independientemente de la volatilidad dominante, un bono al 6% es una oportunidad de compra, pese a que los escasos movimientos compradores en el mercado los están realizando inversores no residentes.
Pese a ello, continúa el ritmo de emisiones por parte del Tesoro Público. Si el martes se emitieron letras a 12 y 18 meses, el jueves fueron títulos a 2 y 10 años. También Italia y Alemania hicieron emisiones para financiar su endeudamiento público.
En cuanto a los bonos corporativos españoles, el escenario se caracteriza por el mantenimiento de los spread en general, si bien con la excepción de Repsol, que ha subido considerablemente en rentabilidad. Este cambio, unido a las amenazas de bajadas de calificación crediticia -rating- sobre algunos emisores corporativos españoles, podría aumentar las oportunidades de inversión, siempre y cuando el nivel de tolerancia al riesgo del inversor le permita acudir a emisiones que no posean grado de inversión -non investment grande-, cuya menor seguridad se contrarresta con una mayor rentabilidad. A pesar de la alta volatilidad existente durante la semana pasada en el mercado primario, también hubo emisores, como RCI, que salió favorecido de su subasta, reduciendo el coste de emisión gracias a la fuerte demanda mostrada.