España cada vez se consolida más como el actual epicentro de la crisis de deuda que azota la eurozona. Ayer los mercados dejaron bien clara esta impresión, al subir la prima de riesgo española hasta los 435 puntos básicos -lo que ya supone 48 puntos más que el diferencial del otro país en la picota, Italia, algo que no pasaba desde principios de julio del año pasado- y el interés del bono español a diez años superó el 6%.
El nerviosismo de los inversores con España ha propiciado que Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, inicie una minigira por Europa que le acerca hoy a Fráncfort, donde está previsto que se reúna con el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, a la que le seguirá otro encuentro con inversores alemanes en Dusseldorf. El objetivo, transmitirle al titular de la autoridad monetaria el esfuerzo que está realizando el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy, quien ayer pidió al mercado más tiempo para realizar las reformas que necesita el país para salir de la crisis y que nadie pusiera en duda el compromiso de España con el euro.
Aunque la agenda de la reunión entre Luis de Guindos y Mario Draghi es secreta, uno de los temas que presumiblemente estarán sobre la mesa será el programa de compra de bonos del BCE, que por quinta semana consecutiva este organismo ha aparcado, y que a su vez ha contribuido a que crezca en las últimas jornadas la presión de los mercados sobre la deuda española
La tourneé del titular de la cartera de Economía y competitividad le llevó ayer a París, donde se reunió con un amplio grupo de inversores franceses. "El ministro ha querido explicar de primera mano las reformas del Gobierno que aquí se siguen muy de cerca y que son complejas y amplias y que tienen muchas aplicaciones. Ha querido explicarlas bien", aseguró una portavoz de su departamento en declaraciones a Efe.