Acaba de aterrizar como responsable de renta variable latinoamericana en la gestora germana DWS proveniente de nada menos que el fondo soberano de Abu Dhabi, uno de los más grandes del mundo. Su cometido, el mismo: identificar las oportunidades que hay en el mercado de acciones latinoamericano. Un mercado que atraviesa, en opinión de este gestor, una de las mayores oportunidades de los últimos años, con Brasil, su país natal, a la cabeza.
Titula su presentación "Latinoamérica: vuelta a 2009" y ese año las acciones subieron un 100 por cien. ¿Por qué tanto optimismo?
Este año somos más optimistas con respecto a Latinoamérica porque las expectativas no son tan buenas como las que había el año pasado con respecto a la región. En el último año las estimaciones de ganancias han caído un 25% y esto permite que haya muchas posibilidades de que las compañías sorprendan al mercado.
Cuando se habla de Latinoamérica, todo el mundo piensa en Brasil. ¿Cómo lo ve en 2012?
Brasil es uno de nuestros mercados favoritos, tanto por las expectativas de crecimiento, ya que se espera que crezca en tasas del 5%, como por valoraciones ya que sólo por PER (número de veces en que el precio de la acción recoge el beneficio) cotiza por debajo de su media de los últimos cinco años. Además, es uno de los mercados que ofrece más potencial de bajada de tipos, lo que garantiza que su crecimiento económico no peligre.
Hace dos semanas Brasil sorprendió precisamente bajando los tipos en 75 puntos cuando el mercado esperaba un recorte de 50 puntos, ¿seguirá con esta política?
Sí. El Gobierno tiene como objetivo que Brasil crezca entre un 4 y un 4,5%, y el mercado espera que lo haga entre el 3 y el 3,5% pero la realidad es que crecerá más de lo que espera el mercado precisamente porque tiene esa capacidad de seguir bajando los tipos de interés. Si la economía no responde es posible que veamos bajadas de tipos por debajo del 9 por ciento, quizá en el 8,5%. Además, el Gobierno también tiene margen para bajar impuestos y fomentar así el crédito, aunque para todo ello es necesario que acompañe el contexto global.
Pero las economías latinoamericanas tienen que hacer frente al problema del alza de sus divisas?
Al mercado le preocupa la apreciación del real y el Gobierno no quiere que se aprecie. Por eso no quieren atraer a inversión de fuera, y de ahí que hayan incrementado ciertos impuestos y bajado los tipos de interés e incluso puede que mantenga las tasas a la inversión extranjera en renta fija porque una apreciación de la divisa es muy negativa para la industria local. Pero, por otro lado, Brasil necesita fuertes inversiones en infraestructuras. Tiene un problema de equilibro entre ambos factores, dado que el Gobierno no quiere incentivar la inversión.
¿Qué otros mercados latinoamericanos pueden ofrecer atractivo para el inversor?
Desde el punto de vista macro, nos gusta mucho Colombia, porque está creciendo mucho y porque además vemos que el Gobierno está llevando a cabo una gran lucha para frenar la violencia. También nos gustan Perú y México, que lo harán bien en cuanto la economía mejore, aunque en este caso no acompañen demasiado las valoraciones.
¿Hay algún sector que considere que ofrece más potencial?
Los que más nos gustan son los que están ligados al consumo, que además se benefician de tipos de interés a la baja ya que estas política monetarias incentivan el crédito. Sin embargo, estamos infraponderados en utilities, commodities y materiales por la exposición que tienen a la economía mundial.
¿Cuál es el mayor riesgo al que se enfrenta Latinoamérica?
El principal es una caída en la economía global. El segundo es la inflación que, aunque de momento esté controlada, sí podría convertirse en un problema si hiciera falta instalar políticas para fomentar la economía.
Y una ralentización de China, ¿cómo afecta a estas economías?
Creo que hay economías como la brasileña que sí se vería fuertemente perjudicada, ya que Brasil exporta más de un 20% a China, aunque puede que la fortaleza de su economía doméstica sí les ayudara a paliar el efecto de una ralentización china. En la otra cara de la moneda se encontraría México, que podría beneficiarse de la pérdida de competitividad de China ya que los dos exportan a EEUU. En todo caso, la caída de China es más importante para Latinoamérica que la de Europa o Estados Unidos.
¿Por qué alguien debería invertir en Latinoamérica y no en China?
Latinoamérica tiene a su favor el potencial que ofrece su consumo y también la exposición que tienen a las commodities que, por otra parte, deberían comportarse bien si la situación en China es positiva. Por eso hay que aprovechar cualquier corrección para comprar.
Usted gestionó durante muchos años la renta variable latinoamericana para el fondo soberano de Abu Dhabi. ¿Nota muchas diferencias entre este tipo de inversores y los europeos?
Sí hay diferencias, porque ellos están más preocupados por el largo plazo y no les interesa para nada el corto. Los inversores árabes no son tan agresivos como pudiera parecer y están consiguiendo sacar mucho partido de la crisis.