Semana de recuperación para las Bolsas del Viejo Continente, en las que el Ibex sacó un buen provecho de la tónica dominante. No en vano cosechó su mejor semana en 2012 con un alza en ese periodo del 2,46 por ciento.
Además el resto de principales plazas europeas se anotaron repuntes que oscilaraon en una horquilla comprendida entre el 1,33 por ciento del Ftse 100 y el 4,03 por ciento del Dax 30. El selectivo germano fue el más avezados en parte gracias al dato del índice de expectativas económicas alemán (ZEW) que alcanzó los 22,3 puntos, máximo desde junio del 2010.
Al otro lado del Atlantico, tanto el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite se anotaron alzas en la semana en torno al 2,5 por ciento. Además, el índice tecnológico superó la cota de los 3.000 puntos, un nivel que no veía desde el año 2000. Aunque dentro de este sector quien brilló, una vez más con luz propia fue Apple que el jueves registró un nuevo máximo histórico en los 600,01 dólares, lo que le hizo que por unos instantes la capitalización bursatil de la empresa de la manzana fuera 421.000 millones de euros, superior a la cantidad que supone la suma de todas las empresas españolas que cotizan en bolsa. Entre las referencias macroeconomicas mas destacadas de EEUU en la semana destacó la reunión del martes de la Reserva Federal en la que Bernanke señaló que la recuperación económica avanza a un ritmo moderado, que el desempleo cayó notablemente y que la inversión en capital fijo de las empresas evoluciona favorablemente.
Unas afirmaciones avaladas por el dato de creación de empleo de febrero en el que se crearon 227.000 puestos de trabajos y por el repunte de los indicadores de actividad del sector manufacturero en marzo tanto el de Filadelfia como el de la Fed de Nueva York. La otra cara de la moneda vino de la mano del índice de confianza de la Universidad de Michigan que en marzo se quedó en los 74,3 puntos frente a los 75,3 de febrero y los 76 enteros que esperaba que alcanzara el consenso de analistas.
Mejora el apetito por el riesgo
El optimismo sobre la marcha de la economía motivo que los inversores incrementaran su apetito por el riesgo y decidieran deshacer posiciones en renta fija, lo cual elevó las ventas de estos títulos y con ello la caída de sus precios y, por ende el repunte de sus intereses. Un hecho lo notó especialmente el bono alemán a 10 años con un repunte del 15 por ciento de su rentabilidad en la semana que elevó su interés por encima del 2 por ciento hasta un nivel que no veía desde el pasado 9 de diciembre. Por su parte, tanto el bono español y el italiano a una década vieron, en el mismo periodo, vieron su rendimiento incrementado un 4 y un 0,5 por ciento hasta el 5,20 y el4,86 por ciento en cada caso. El aumento en mayor medida de la rentabilidad del bund respecto a sus homólogos españoles e italiano incidió en que los diferenciales de estos países se redujeran hasta los 314 y 281 puntos básicos.
No obstante, pese a la subida de interés en los mercados secundarios, tanto Italia como España durante la semana cosecharon buenos resultados en sus respectivas emisiones de deuda que tuvieron lugar el pasado miércoles para el Tesoro transalpino y el jueves el español. En concreto, el Estado italiano protagonizó la mejor emisión de deuda de los últimos tiempos, ya que nutrió las arcas públicas con 6.000 millones de euros, el máximo previsto, y lo hizo abonando los intereses más bajos en una subasta de bonos y obligaciones desde 2010. Emitió bonos a cincos años al 2,76 por ciento y títulos a siete años al 4,3 por ciento. Por su parte, el Tesoro español subastó bonos a tres años con una rentabilidad media del 2.44 por ciento, inferior al 2,96 por ciento de febrero; títulosn de deuda a cuatros años al 3,37 por ciento, frente al 3,74 por ciento de enero; y obligaciones a seis años a un interés del 4,19 por ciento. Con lo que España ya ha cubierto el 43 por ciento de las emisiones de 2012, pese a los dimes y diretes entre el Gobierno de España y Bruselas sobre el objetivo de déficit.
Euro y 'commodities', sendas distintas
Para la moneda única esta fue una semana de altibajos que al final se saldó con una apreciación contra el billete verde del 0,4 por ciento que aproximó al euro a la cota de los 1,32 dólares. El crudo, en cambio, se movió a la baja. En la semana corrigió un 0,7 por ciento el barril Brent y un 1 por ciento el West Texas. Los rumores de que EEUU podría liberar parte de sus reservas estratégicas tiraron a la baja al petróleo. El oro cayó un 3 por ciento en la semana hasta los 1655 dólares.