
La Administración Obama optó ayer por jugar al despiste con las intenciones del país de acudir a las reservas estratégicas de crudo para aliviar el azote de la subida del precio de petróleo.
Los incesantes rumores que rodearon el encuentro entre el presidente de EEUU y su homólogo británico, el primer ministro David Cameron, desataron la euforia ante un posible acuerdo que permita a los ciudadanos pagar menos por llenar sus depósitos, en un momento en que la recuperación de la economía de EEUU todavía pende de un hilo.
Desde la noche del pasado miércoles, varios medios de comunicación apuntaron que durante su encuentro en la Casa Blanca, ambos mandatarios abordaron la posibilidad de liberar barriles de sus reservas estratégicas a petición de Obama que, recordemos, se enfrenta a la reelección el 6 de noviembre. Sin embargo, Reuters, citando a varios funcionarios británicos, destapó la liebre ayer, a media sesión en Wall Street, al confirmar que Reino Unido y EEUU habían acordado oficialmente ejecutar dicho cometido. De hecho, la agencia adelantó que un comunicado oficial por ambas partes no tardaría en llegar.
La noticia sentó como un bálsamo a los precios del oro negro: el barril de West Texas Intermediate (WTI) para su entrega en abril llegó a caer hasta los 103,78 dólares, mientras que los futuros de Brent retrocedieron hasta los 121 dólares. Hoy cotizan con pocos cambios, sobre los 105,5 dólares y los 122,90, respectivamente.
Aun así, el optimismo se vio pronto empañado por la Casa Blanca, que desmintió que EEUU y Reino Unido hubieran oficializado utilizar de forma coordinada sus reservas estratégicas. "La noticia de Reuters no es precisa", dijo la Administración Obama, tras aclarar que consulta "regularmente" sobre asuntos energéticos con sus aliados británicos. De ahí que la discusión mantenida el miércoles entre Obama y Cameron estuviera enmarcada en dicho contexto.
Durante un encuentro ayer con estudiantes universitarios en el Prince George's County Community College, en Maryland, el demócrata reconoció que no existe "una bala de plata" que consiga calmar de forma inmediata la escalada del oro negro. Obama dejó claro que bajo su mandato EEUU está produciendo, hoy, "más petróleo que en los últimos ocho años" tras autorizar perforaciones en el 75% de sus recursos potenciales de crudo.
Pero con el galón de gasolina (3,7 litros aproximadamente) en 3,80 dólares de media nacional y las elecciones a la vuelta de la esquina, el presidente sigue dudando si acudir a la reserva estratégica de crudo de EEUU, dotada con cerca de 700 millones de barriles. A la espera de acontecimientos, el subsecretario del Departamento de Energía, Daniel Poneman, ya aclaró el miércoles que EEUU "continúa consultando" con sus socios globales y la Agencia Internacional de Energía (AIE) qué herramientas usar para afrontar la actual situación.