Mario Draghi ofreció ayer la versión más parecida a Jean-Claude Trichet de las que ha mostrado desde que le sucedió en la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) en noviembre.
Al término de la reunión en la que la institución mantuvo los tipos de interés en el 1 por ciento, el banquero italiano ratificó que la esencia antiinflacionista de la entidad no ha caducado. "Debido a la subida en los precios de la energía y a los impuestos indirectos, las tasas de inflación posiblemente seguirán por encima del 2 por ciento en 2012, con los riesgos alcistas prevaleciendo", aseguró.
Para que no hubiera dudas, recordó que el BCE sigue "firmemente comprometido en mantener la estabilidad de precios" y que tiene a su alcance "todas las herramientas" necesarias para lograrlo. Incluso subir los intereses, llegado el caso. Por el momento, la situación no es tan dramática... pero lo que dejó claro es que en su punto de mira no figuran más recortes del precio del dinero. "Draghi señaló que la entidad no está inclinada por ahora para más rebajas de los tipos", confirman desde Barclays Capital.
Y eso que el BCE admite que la sombra de la recesión planea sobre la eurozona. Así lo reflejaron las nuevas previsiones que maneja la entidad. Si en diciembre creía que la economía se movería este año entre el -0,4 y el 1 por ciento, ayer dio un tijeretazo a esta horquilla y la situó entre el -0,5 y el 0,3 por ciento. Pero, confiando en una "recuperación gradual a lo largo del año", pareció menos preocupado por esta amenaza que por la de los precios. En consonancia, elevó sus previsiones sobre la inflación: si hace tres meses la veía en 2012 entre el 1,5 y el 2,5 por ciento, ayer la fijó entre el 2,1 y el 2,7 por ciento. Una vez más, el petróleo vuelve a afilar las garras del BCE. No es la primera vez que pasa durante la crisis, ya que la entidad respondió a los altos precios del crudo con subidas de los tipos en 2008 y 2011. Como en esos casos, el énfasis puesto ayer en los precios sorprendió a los expertos. "Creemos que las proyecciones del BCE exageran el impacto de los precios y que subestiman los verdaderos riesgos sobre la recuperación y las amenazas bajistas sobre los precios", advierte Tom Rogers, economista del Ernst & Young Eurozone Forecast.
Turno de la banca y la política
Al mismo tiempo, Draghi no soltó prenda sobre la posibilidad de adoptar más medidas extraordinarias mediante las que suministrar más liquidez a los bancos. Es más, no ahorró elogios a los dos préstamos a tres años que ha concedido a los bancos en diciembre y febrero, con los que, en total, ha incrementado la liquidez del sistema en 520.000 millones de euros netos -1,02 billones brutos-. "Ambas operaciones han sido un éxito incuestionable. Hay distintos signos del retorno de la confianza a los mercados", celebró Draghi. También subrayó el hecho de que al segundo préstamo, ejecutado el 29 de febrero, acudieran 800 entidades, frente a las 523 de diciembre, porque eso supone que se personaron bancos más pequeños, con lo que "el dinero está más próximo a las pequeñas y medianas empresas". Un síntoma, a su juicio, de que el dinero podría canalizarse hacia la economía real.
Por el momento, eso sí, el presidente del BCE aseguró que aún es pronto para valorar todos los efectos de este aluvión de liquidez. Tal vez por eso no abrió la puerta a nuevos estímulos. Bueno, por eso, y por otro motivo. Draghi defendió que el BCE ya ha hecho su trabajo y que ahora "la pelota está en el tejado de los Gobiernos y los bancos. Los primeros para hacer reformas y los segundos para reforzar su capital". En este sentido, y preguntado por el incumplimiento del objetivo de déficit público para 2012 por parte de España, avisó: "Todos los países están sujetos a una disciplina que ningún país puede cambiar".
728 millones de beneficio
Además, el BCE comunicó que durante 2011 obtuvo un beneficio de 728 millones de euros, muy por encima de los 171 millones de 2010. La institución también anunció que volverá a aceptar la deuda pública griega como colateral para otorgar liquidez en las operaciones de financiación tras la suspensión temporal decretada el 28 de febrero.