Bolsa, mercados y cotizaciones

El amargo regreso de las posiciones cortas

Bienvenido, Mr. Bajista. Después de que los reguladores de los mercados francés y belga levantaran el lunes la prohibición de realizar posiciones cortas (obtener beneficio de la caída de un valor) sobre el sector financiero, y que se le sumara la CNMV española el miércoles, ya sólo queda Italia dentro de los países de la Unión Europea por levantar la restricción que se impuso el verano del año pasado en un intento por frenar la sangría de los parqués europeos.

La medida, que ha sido fuertemente cuestionada en los últimos meses, provocó la fuga de los inversores bajistas hacia valores como Gamesa, Indra o Abengoa y, paralelamente, que se produjeran fuertes pérdidas de volumen en el caso español, afectando a bancos, aseguradoras y, muy especialmente, a BME. De hecho, la gestora de la bolsa española estuvo a punto de salirse de su propio índice por incumplir el requisito de volumen -recordemos que el Ibex está operando con 36 valores por primera vez en su historia-, y ahora que se ha terminado la restricción, se ha perfilado como el gran beneficiado. Así, la compañía que preside Antonio Zoido se ha situado como el segundo valor más alcista del Ibex en la semana, al haber avanzado alrededor de un 2 por ciento.

En estos últimos cinco días, el indicador ha retrocedido un 1,6 por ciento, hasta 8.657 puntos, tonteando además con los números rojos puesto que llegó a ponerse en negativo el jueves, aunque después recuperó parte del terreno perdido (ahora avanza un 1,06 por ciento en 2012, dato que le convierte en el índice más atrasado de la eurozona).

Cierto que ha contribuido a este retroceso el regreso de las posiciones cortas, por las fuertes caídas que han experimentado los bancos -Bankia cedió un 12,7 por ciento en la semana; Popular, un 10 por ciento; Sabadell, un 9,2 por ciento, y CaixaBank, un 7,1 por ciento-. Pero el fin de la restricción no ha sido el único hecho relevante.

Moody's y Grecia, los 'comodines'

Otro de los factores que han marcado el curso de la semana ha sido la rebaja el martes del rating del Reino de España en dos escalones de Moody's (junto con el recorte de un escalón de otros cinco europaíses), desde A1 hasta A3, más su amenaza velada al sistema financiero europeo. Realmente la acción de la agencia no tuvo repercusión directa en bolsa, ni en la subasta del Tesoro que se celebró ese día... pero sí en la colocación de deuda a largo plazo del jueves, en la que España volvió a pagar más intereses por primera vez desde noviembre.

Por otro lado, los rumores en torno a la capacidad de Grecia para llegar a un acuerdo con sus acreedores siguieron ejerciendo su influjo desestabilizador sobre los parques europeos -aunque, eso sí, el EuroStoxx 50 terminó la semana muy cerca de sus máximos en el año- y, sobre todo, en el comportamiento de la moneda única. Aunque el balance semanal que arroja el euro sea prácticamente plano (sólo retrocede un 0,34 por ciento contra el billete verde), la divisa común llegó a oscilar en una sola sesión, la del jueves, entre 1,29 y 1,31 dólares.

Y mientras Europa ha seguido sumida en un estado de agitación que ya es prácticamente norma y no excepción, en Wall Street las bolsas han seguido con un rumbo imparable. El Nasdaq 100 batió máximos anuales el jueves en 2.592,29 puntos; el Dow Jones batía los suyos al cotizar en 12.928,83 puntos hacia la mitad de la sesión del viernes.

El crudo escala posiciones

La tensión en torno al avispero del Golfo Pérsico, con el desmentido desde el Ministerio del Petróleo iraní de que el país no había suspendido las exportaciones de crudo como última novedad al respecto, han contribuido a seguir dando alas a la commoditie.

Así, la cotización del Brent (de referencia en Europa) terminó el viernes en 119,23 dólares el barril, con un alza acumulada del 1,63 por ciento, aunque durante la semana llegó a superar la barrera de los 120 dólares por primera vez desde agosto del año pasado, y acarició su máximo histórico en euros, fijado en 93,1 euros el barril. Es la tercera semana alcista consecutiva de la referencia europea del crudo, que ya acumula una rentabilidad superior al 6 por ciento en el año.

El saldo semanal también fue alcista para el petróleo West Texas Intermediate (WTI), la referencia estadounidense. Marcó máximos desde el 10 de enero al subir el viernes hasta 103,25 dólares el barril.

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