La Reserva Federal (Fed), el banco central de los EEUU, sigue sin encajar las piezas de la recuperación. Las actas de la reunión de política monetaria que la entidad celebró los días 24 y 25 de enero, publicadas ayer, revelaron que los miembros de la institución miran el horizonte económico con recelo.
Tanto, que no dudan en mantener la posibilidad de activar una tercera ronda de estímulo cuantitativo (QE3), con la que introducirían más dólares en el sistema mediante la compra de deuda. "Varios miembros observaron que, a su juicio, las condiciones económicas actuales y las previsiones futuras -incluido un elevado desempleo y una inflación por debajo de lo deseado- podrían garantizar el inicio de una compra adicional de activos en poco tiempo", recogen las actas.
Además, la institución presidida por Ben Bernanke se mostró preocupada por el impacto que la crisis europea y el frenazo de las economías emergentes podrían ejercer sobre el sector exportador norteamericano. En parte, este temor responde a que el dólar está más fuerte que en años anteriores. Ayer se apreció un 0,6% contra el euro, hasta los 1,305 dólares.
La voluntad de la Fed de enviar más estímulos no palió el temor que se respiraba en Wall Street sobre la posible quiebra de Grecia. Tras la publicación de las actas, el Dow Jones caía un 0,8%, hasta los 12.779,9 puntos.