Comprar lingotes, invertir en derivados, adquirir participaciones de ETF que replican el comportamiento del oro... Éstos han sido los vehículos a los que más han recurrido los inversores para introducir un poco de este metal precioso en sus carteras.
Sin embargo, en un contexto de bolsa al alza como el actual y de previsible relajación de la crisis de la deuda pública de la eurozona, surge otra alternativa que puede resultar incluso más rentable para el inversor.
Se trata de las mineras. No sólo han conseguido aprovechar el rally que ha protagonizado el oro en la última década -ha subido en cada uno de los últimos once años- para incrementar sus beneficios, sino que también han decidido trasladar parte de ese incremento de sus ganancias a sus accionistas en forma de dividendo. De hecho, se espera que las mineras especializadas en la extracción del oro repartan este año entre sus inversores 3.004 millones de dólares (2.290 millones de euros aproximadamente), lo que supone un 35 por ciento más que lo que repartieron en 2011 por este concepto. Ejercicio en el que, por cierto, también aumentaron sus pagos al accionistas ¡en un 85 por ciento!
"La bolsa en su conjunto ha estado deprimida en todo 2011, pero las empresas mineras están anunciando beneficios y flujos de caja saludables, lo que puede traducirse en incrementos de dividendo. Las acciones de empresas del sector oro están baratas con respecto al precio del lingote y se aprecia un grupo concreto de oportunidades de compra. En 2008 se detectó un descuento similar y los inversores recibieron una recompensa considerable el siguiente año", advierte Evy Hambro, gestor del fondo BGF World Gold Fund y cogestor del fondo BGF World Mining Fund.
Tal fue la recompensa que, de media, estas compañías despidieron el año 2009 con una rentabilidad media del 100 por ciento, y eso a pesar de que la mayoría de ellas no consiguió despedir el ejercicio ni con un incremento en sus beneficios ni del dividendo ¿Pueden repetirse semejantes rentabilidades este año?

Rentabilidades de dos dígitos
De momento, aunque las mineras especializadas en el metal amarillo consiguen rentabilidades medias del 10,6 por ciento -prácticamente lo mismo que el 10,20 por ciento que se anota el oro en el mismo periodo-, el consenso de analistas que recoge FactSet les otorga aún un potencial para los próximos doce meses cercano al 30 por ciento. Además, se espera que la mayoría acompañen ese potencial en bolsa con incrementos en su dividendo, y también en su beneficio, lo que permite que el pay out (porcentaje de beneficios que se destina a dividendo) sea en todos los casos inferior al 20 por ciento, frente al 60 por ciento que de media han de pagar las empresas del Ibex.
Por ejemplo, se espera que la canadiense Agnico Eagle Mines cierre este ejercicio con un beneficio neto de 499 millones de dólares, un 179 por ciento más que en 2011. La compañía es, sin embargo, una de las pocas que no se ha ganado la recomendación de compra del consenso de mercado, del que disfruta la mayoría de compañías del sector.