Muchas son las causas y todas desembocan en la misma consecuencia. Los planes de pensiones cerraron 2011 con menos partícipes que en el año anterior. Algo que sólo había pasado en 2009, aunque en ese caso el retroceso fue insignificante, de sólo el 0,3%. En concreto, según los datos de Inverco, los partícipes en estos productos retrocedieron un 1,7% hasta los 10.638.043, lo que supone casi 200.000 menos que en 2010 - cabe señalar que un ahorrador puede ser partícipe de varios planes de pensiones- .
No es de extrañar que esta industria cerrara el ejercicio con una cifra negativa si se tiene en cuenta que son varios los factores que actuaban en su contra. La mayoría, ligados a la crisis económica. "Hay que tener en cuenta que se modificó la ley para que los ahorradores pudieran rescatar su capital de planes de pensiones en caso de desempleo de larga duración, tras agotar otras prestaciones", recuerda Marta Díaz Abajo, de Atlas Capital. El Ministerio de Trabajo acaba de publicar que el año 2011 se cerró con 5,27 millones de personas en paro, de los que 1,3 millones no recibiría ya prestación alguna, según un informe de Comisiones Obreras.
Y, según recuerda Ángel Serrano Montilla, responsable de desarrollo de negocio de Barclays en España, el 50% de los rescates totales corresponden a situaciones de desempleo de larga duración.
Las aportaciones caen un 11%
Además, los que aún mantienen su empleo parece que se decantan más por el ahorro a corto plazo que por el ahorro finalista por el "deseo de mantener posiciones líquidas ante la incertidumbre laboral y económica", afirma Montilla. Hay varios estudios que así lo demuestran. Dos de ellos son el II Barómetro del Ahorro realizado por el Observatorio Inverco y un reciente estudio publicado por Schroders. El primero muestra que el 31% de los ahorradores españoles lo hace para hacer frente a imprevistos que se puedan derivar de la crisis, frente al 14% de hace dos años. Por su parte, el estudio de la gestora británica expone que el 14% de los inversores españoles afirma que las aportaciones a planes de pensiones estarían entre las primeras cosas de las que prescindirían en caso de que tuvieran que enfrentarse a una reducción de sus ingresos, frente al 6% del resto de los inversores europeos. Y esta predisposición a renunciar al ahorro a largo plazo ya se está plasmando en los datos de aportaciones brutas: éstas cayeron un 11%, hasta los 4.961 millones de euros, frente a los 5.581 millones de euros de 2010.
A esta caída de las suscripciones ha colaborado también la mala evolución del mercado. Sobre todo del de renta fija, que concentra el 30% del patrimonio total que gestionan los planes de pensiones individuales (aquellos que el cliente contrata con el banco), y supone el 61% de la cartera de los fondos de empleo. "No han gustado los malos resultados del mercado y muchos han optado ante ello por meter su dinero en los depósitos", afirma Díaz Abajo.
De hecho, según el último informe de Ahorro Financiero de las Familias, el 50% se encuentra ya en depósitos, frente al 5,2% que suponen los fondos de pensiones. No obstante, el depósito no ha sido la única competencia a la que ha tenido que hacer frente el plan de pensiones. También han entrado en escena los seguros de ahorro, principalmente los Planes de Previsión de Ahorro Asegurado (PPA) cuyo patrimonio creció un 22% hasta los 7.638 millones, según los últimos de Unespa. Y no sólo por la demanda de particulares. También de empresas, que recurren a ellos porque "garantizan una rentabilidad y se ahorran tener que tener una comisión de control", afirma Juan Ruiz, de Mercer.
¿Ha pasado ya lo peor?
Esa es la gran pregunta que deben hacerse las gestoras de planes de pensiones. Y parece que todo está dispuesto para que la mala racha que ha protagonizado la industria en los últimos años deje paso a otra etapa de recuperación, aunque sea sólo incipiente. Y buena parte de la responsabilidad de esta recuperación la tiene la fiscalidad.
El Partido Popular ya llevó en su programa la promesa electoral de mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones y parece que esta promesa llegará a buen puerto durante el Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro reafirmó la semana pasada el compromiso del Gobierno de mejorar la fiscalidad de estos productos. Una mejora que a priori supondría recuperar las ventajas fiscales para las rentas que se rescaten en forma de capital (ahora sólo los que contrataran el plan de pensiones antes de 2007 tienen un coeficiente reductor del 40% en el IRPF cuando lo rescata).
Además, la nueva subida de impuestos de las rentas sobre el capital también puede beneficiarles, ya que su plazo de inversión supera en todos casos los dos años, lo que puede llevar a las entidades a acudir a ellos como alternativa que ofrecer a esos clientes que quieren eludir el alza de impuestos.
Planes de pensiones: Semejorará su tributación
