
Cámara y ¡acción! Ya han pasado algunos meses desde que los mercados comenzaron el rodaje de la crisis y las escenas van sucediéndose sin pausa. Primero, en verano, llegó la confirmación de que la crisis de las subprime norteamericana iba a ser algo más que una anécdota.
Aún así, las bolsas se atrevieron a protagonizar una escena heroica más en la larga película del ciclo alcista y fueron capaces, como ocurrió con el Ibex 35, de marcar máximos históricos en noviembre. Luego, la siguiente escena cambió de escenario porque los excesos comenzaron a pasar factura.
Los parqués descendieron con fuerza en diciembre, quedándose sin el tradicional rally de fin de año y sin el estirón de enero, y no pudieron recuperar los máximos: esto alentó el pesimismo. Primero los precios de las acciones se vinieron abajo y, en paralelo, la opinión de los analistas sobre los beneficios de las empresas cotizadas empezó a deteriorarse. Tanto han empeorado que desde noviembre hasta ahora las expectativas de mejora de los resultados, que han caído hasta mínimos de 2004.
El peor en ocho años
De media, las firmas de inversión esperan que este año los valores del Ibex ganen un 11 por ciento más que en 2007. A finales de noviembre sus previsiones eran bastante más optimistas, porque indicaban que los beneficios avanzarían alrededor de un 13 por ciento. El matiz pesimista es aún más marcado si se considera el peso de cada valor del Ibex 35 en el índice.
En ese caso, la expectativa de crecimiento del beneficio por acción del Ibex, de acuerdo con la importancia que cada compañía cuenta en él, cae hasta el 9,3 por ciento, que es la más baja desde 2001. El mínimo, que está peligrando, se marcó en noviembre de ese ejercicio, cuando los analistas esperaban que el crecimiento del beneficio por acción del indicador se limitara a un nueve por ciento. Este giro se debe, en parte, a la expectativa de que el ganancias netas de Telefónica y Repsol se contraigan este año.
Consenso de los expertos
En el caso de la operadora -que es la primera empresa por peso del Ibex 35 -, el consenso de expertos augura que su beneficio en 2008 descenderá alrededor de un siete por ciento frente al de 2007. La justificación a este deterioro es que la compañía no se imputará desgravaciones fiscales como en los últimos años.
El caso de Repsol es distinto. De acuerdo con los datos que recopila FactSet, las firmas de inversión calculan que la petrolera ganará este ejercicio alrededor de un seis por ciento menos que en 2007, pero ese recorte se debe a la venta del 35 por ciento de YPF en los próximos meses. Aproximadamente, el 30 por ciento del beneficio bruto de la española procede de Argentina.
Santander, BBVA e Iberdrola, por el contrario, sí que añadirán crecimiento al beneficio conjunto del Ibex 35, aunque con distintas velocidades. Los resultados de la eléctrica son los que más prodrían mejorar en los próximos meses; más de un 25 por ciento.