La subida del precio del petróleo tras la escalada de la tensión en el Estrecho de Ormuz, al realizar el ejército iraní maniobras militares en la zona, ha provocado numerosos damnificados, entre los que parece encontrarse IAG.
La compañía aérea ha sufrido una reducción por parte de la media de analistas en las estimaciones de su beneficio por acción (BPA) para el presente ejercicio cercano al 40% desde que empezaron los ensayos del Ejército dirigido por el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad. Concretamente, esta cifra pasa de 387 millones a 232 millones de dólares. Trece de las últimas 14 revisiones llevadas a cabo por los analistas han reducido las estimaciones de beneficio de la compañía aérea.
El deterioro de la situación financiera se ha visto reflejado también en el estado de su caja. La deuda neta que las firmas de inversión le atribuyen para el conjunto de 2012, tras el aumento de las tiranteces en el Golfo Pérsico, también es superior a la que le adjudicaban antes del desarrollo de los acontecimientos, al pasar de 880 millones de dólares a 1.513 millones (cerca de 1.900 millones de euros) en poco más de un mes.
Así las cosas, la media de firmas que cubren su cotización han empeorado su recomendación sobre la compañía, aunque aún siguen aconsejando mantener sus títulos. Además, las últimas revisiones llevadas a cabo por los analistas son unánimes, y sitúan los últimos precio objetivos por debajo de la valoración media del consenso, lo que anticipa mayores pérdidas.
La consumación de la amenaza de cierre del citado estrecho por parte del Gobierno iraní provocaría un desabastecimiento de gran parte del mercado, al ser ésta una vía de navegación que concentra aproximadamente un tercio del petróleo transportado por vía marítima, lo que elevaría el precio del crudo y provocaría una fuerte repercusión en el beneficio de las compañías aéreas y de las empresas petroleras.
El posible impacto de la huelga
Sin embargo, además de verse afectada por el acontecimiento geopolítico, IAG está en pleno proceso de huelga por parte de los pilotos de Iberia, que ya organizaron paros los días 18 y 29 de diciembre de 2011 y 9 y 11 de enero, y que pretenden continuar con los mismos durante los próximos días 25, 27 y 30 de enero.
La protesta por parte de los pilotos de Iberia sigue en pie desde el pasado mes de diciembre, cuando se declararon en contra de la decisión de la directiva del grupo de crear una aerolínea de bajo coste: Iberia Express.
No obstante, a día de hoy la situación sigue sin solucionarse, incluso el personal de tierra de la compañía ha afirmado que se sumará a los paros, algo que puede salir muy caro a la entidad resultante de la fusión entre Iberia y British Airways. Y es que, pese a que Rafael Sánchez Lozano declaró la semana pasada en el Foro Spain Investors Day que "el impacto de las jornadas reivindicativas en el ejercicio de 2012 no sería significativo", también es cierto que afirmó durante el mismo evento que "habrá que esperar a que acabe la huelga para saber el verdadero efecto de la misma". Por ello, los dirigentes de la aerolínea no quieren que el conflicto se eternice y ha encargado a sus abogados que traten de iniciar acciones legales para resolver la disputa cuanto antes.
Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco, afirma que el acto reivindicativo por parte de los pilotos afecta en mayor medida al "prestigio de la compañía" y no tanto a la "cotización de la misma en bolsa", que desde que comenzaron los paros ha repuntado un 9,7%.
Sólo SAS pierde más beneficio
La subida del precio del petróleo ha influido en una proporción menor al resto de compañías del sector. De hecho, sólo el grupo SAS tiene una caída mayor de las pre- visiones de beneficio neto tras los acontecimientos geopolíticos. La siguiente compañía que más afectada se ha visto tras Iberia es Aegean Airlines, cuyas previsiones de ganancias netas se ven reducidas sólo en un 24%, pero esta compañía tiene una capitalización menor y por tanto un beneficio bastante inferior, por lo que el porcentaje representa una cantidad muy inferior. La otra cara de la moneda la representa Qantas Airways, compañía en la cual aumentan las estimaciones de beneficio neto en un 70% durante el mismo periodo de tiempo. El resto del sector no se ve afectado en la misma medida.
Gran cobertura de combustible
Según Belinda Collado, subdirectora de la compañía, en declaraciones a la revista de Iberia, "en compras de combustible ya se han conseguido los ahorros previstos a la finalización del año 2015", por lo que este aspecto no debería suponer una carga excesiva para la aerolínea. Además, tal y como admite un portavoz oficial de la aerolínea, la cobertura de combustible de la compañía es de un 53% para 2012, por lo que teóricamente una variación en el precio del petróleo no debería afectar en demasía la cuenta de resultados de la empresa, algo que en la práctica no se confirma.