La teoría establece que los emisores pagan un interés a los inversores por el dinero que éstos les prestan de forma temporal. Un principio elemental... que esta crisis también se está encargando de derribar.
Se demostró ayer, con Alemania como protagonista. El Tesoro germano emitió letras a seis meses con una rentabilidad del -0,0122 por ciento. Sí, eso es, con un rendimiento negativo, algo que nunca antes había ocurrido en el país alemán -Holanda ya subastó letras con interés negativo en diciembre- y que implica que en julio, cuando venzan los títulos, cada inversor recibirá menos dinero del que dedicó ayer a la compra de deuda.
Es decir, los inversores prefirieron pagar por financiar a un país seguro como Alemania antes que arriesgar su dinero en otros títulos similares, aunque éstos renten más del 2 por ciento, en el caso de las letras españolas a seis meses en la última subasta, o del 3 por ciento, que es lo que ocurrió con las letras italianas en diciembre. Y pese a eso, las arcas alemanas se nutrieron con 3.900 millones de euros en una operación cuya demanda ascendió a 7.080 millones, con lo que cubrió 1,8 veces la oferta.
Alemania ya estuvo a punto de registrar un resultado así en diciembre; entonces, la rentabilidad, aunque positiva, apenas fue del 0,0005 por ciento. "Tampoco hay mucha diferencia. Más bien, una diferencia psicológica: pagar por la seguridad de tu dinero", argumenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Búsqueda de seguridad, está claro, y un factor adicional que menciona el mismo Martínez Campuzano: "El miedo". Estas mismas razones estuvieron a punto de permitir que EEUU también se financiara ayer a tipos negativos, ya que colocó letras a seis meses a un interés del 0,05 por ciento y a tres meses al 0,01 por ciento. Otra demostración de que los inversores se decantan por la seguridad y no quieren poner en peligro su dinero en otros países con rendimientos aparentemente más jugosos, pero que poseen un riesgo de impago mayor. Todo ello, con la negociación sobre la quita definitiva de Grecia como trasfondo. "La melodía que ha sonado en el mercado en el inicio de 2012 ya es conocida", declaran en ese sentido desde Banif.
Intereses muy bajos
Igualmente bajos, aunque no tanto como en los casos alemán y estadounidense, fueron los intereses que tuvo que pagar Francia en la emisión de letras que ejecutó ayer. El Tesoro galo desembolsó un 0,16 por ciento por las letras a tres meses, un 0,28 por ciento por los títulos a seis meses y un 0,45 por ciento por las letras a 12 meses. En total, Francia consiguió casi 7.600 millones de euros con el lanzamiento de deuda a corto plazo.